Acongojar a la gente

Catástrofes, desgracias y ruinas de las más diversas van a venir dentro de poco... Si ustedes no lo remedian

Vivimos unos tiempos difíciles, aunque los hubo peores. Sin embargo, ahora, desde la gestión globalizadora de la sociedad (ese Vaticanillo laico que impone lo bueno y lo malo) se dedican a acongojarnos todos los días, con catástrofes, desgracias y ruinas de las más diversas, que van a venir dentro de poco... Si ustedes no lo remedian. Esto es importante, repito: si ustedes no lo remedian. Pues detrás del acongojamiento, hay una finalidad, que hagáis esto o lo otro. Empezaron por la política, pero después hemos llegado a la sanidad, el medio ambiente, la vida en general, que es una porquería, comparada con la de antes. Aunque los pensionistas aumentan y la Seguridad Social lo nota.

El acongojamiento empezó con la política. Decían que Podemos era un invento del PP para asustar. En aquellos años de la crisis, con Rajoy en el poder, irrumpió un tal Pablo Iglesias, que parecía el buen salvaje de Rousseau, y le birló miles de votos al PSOE, al que hundió en la miseria. Después ya habéis visto que el buen salvaje se ha comprado un chalé con su hipoteca, tiene un sueldo de vicepresidente y su pareja es ministra. El progreso de los tiempos. Algún día se cortará la coleta, como Ortega Cano.

A la vista del éxito obtenido, apareció Pedro Sánchez agitando el fantasma de la ultraderecha. El PSOE volvió sus ojos misericordiosos a Franco. ¿Franco había muerto? No, Franco ha vuelto. Aparece en los telediarios de TVE, es paseado en helicóptero, y venga a recordarlo. Decían que Vox era un invento del PSOE para hundir al PP, y de paso se llevó por delante a Ciudadanos, que podía ser un socio para el PSOE, más formal que Frankenstein. El caso es que Santiago Abascal se nos apareció a caballo, aunque no para matar moros, sino para culpar del paro a los africanos. El miedo funciona.

Entramos en el tiempo de las calamidades. Apareció el coronavirus de Wuhan. Fuera de China sólo han muerto dos personas que procedían de allí (una en Filipinas y otra en Japón). En España, el número de muertos es cero. Mientras que el año pasado murieron 6.300 personas en este país a causa de la gripe, de la que nadie habla, aunque es más peligrosa para la gente.

Todos los días publican las profecías científicas del calentamiento global para 2040. Nos vamos a achicharrar, Cádiz se va a inundar, Kichi seguirá de alcalde, etcétera. ¡No es para tanto! Otra profecía científica de The Lancet dice que España será el país con más esperanza de vida del mundo en 2040, con 85,8 años de media.

Y eso, a pesar de todas las calamidades.

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