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La esquina

josé / aguilar

Aciertan cuando rectifican

RECTIFICAR no es sólo de sabios. También es de gobernantes que tras recibir la cornada del 22-M en Andalucía cambian lo que haga falta para no ser empitonados en las urnas venideras. Se enmiendan para curarse en salud. Nunca mejor dicho: el ministro de Sanidad ha devuelto a los inmigrantes sin papeles el derecho a la atención sanitaria que les había arrebatado Ana Mato.

No es el primero, ni probablemente sea el último. El ministro de Justicia suprimió las tasas judiciales que había impuesto Gallardón, y el Gobierno en pleno renunció a reformar la ley de plazos del aborto -también defendida por Gallardón- y se guardó en el cajón la propuesta de que la Policía pudiera pinchar teléfonos sin autorización del juez en casos distintos a los de terrorismo.

Seguirán las rectificaciones en lo que queda de legislatura en asuntos que reflejen una cierta sensibilidad social. Volviendo a la salud de los inmigrantes irregulares, es un caso paradigmático, porque el argumento que se utilizó para privarles de la atención primaria, que era el ahorro a las arcas públicas en el contexto de las políticas de austeridad, no se sostenía. No puede extrañar que la sociedad española no "comprara" esa explicación y viera en la medida una muestra del reparto desigual de los sacrificios de la crisis y del ensañamiento con los más vulnerables. Es lo que Rajoy quiere evitar a toda costa con su PURI (Plan Urgente de Rectificaciones Interesadas).

Vamos a ver, ¿cuánto han ahorrado las arcas públicas quitándole estos tres años a los sin papeles la prestación médica al nivel más básico? No debe ser mucho cuando el Gobierno ni siquiera ha sido capaz de cuantificarlo y cuando varias comunidades autónomas, del PP y no del PP, decidieron no acatar la orden restrictiva. Y debe ser aún menos si consideramos que muchos irregulares superaron la prohibición acudiendo a las urgencias hospitalarias -este derecho sí lo conservaron-, donde la asistencia tiene un coste más elevado y, encima, se agravaba el habitual colapso. Ahora volverán a los ambulatorios sin que los problemas de financiación del Servicio Nacional de Salud se compliquen en demasía.

Con todo, no está claro que los indocumentados favorecidos por el ministro Alonso se beneficiarán también del acceso a las medicinas recetadas o las pruebas diagnósticas que les manden en los centros de atención primaria. A ver si la rectificación va a ser a medias. Acertarán solamente si rectifican de verdad.

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