En el anterior Pálpito, dedicado indirectamente al Glorioso, comentamos un excelente partido de futbol: Atlético de Madrid contra Villarreal; pero realmente casi sólo se habló del Aleti (parece nombre de Reina, ¿verdad?) y muy poco del héroe del partido, que no fue otro que el Yellow Team II. El primero ya saben quién es.

Intentamos hallar, o al menos, vislumbrar algunas claves que nos aclarara el pésimo rendimiento del Athletic Club de Madrid, nombre con el que fue creado por unos estudiantes vascos con el fin de servir de filial al Bilbao. De ahí la equipación blanquirroja que aún les es común.

Dejemos ya al "otro" equipo de la capital y centrémonos en el temible rival del Glorioso, el "otro" amarillo, el de los cuartos de baños, el falso Yellow Submarine, que jugó un partidazo frente al histórico de los añorados Peiró, Luis, Pazos, Rivilla, Calleja, Mendonça (un genio con la pelota), Leiviña, Collar, Gárate, Abelardo, Griffa, etc., etc., etc.

El Villarreal, queridos cadistas, tiene un formidable equipo, un señor equipo, muy bien trabajado por Émery. En principio ha formado una defensa admirable, con un Foyth que se ha hecho amo de la zona derecha absolutamente, y, aunque se trata de un central reconvertido a lateral, a veces se atreve a subir hasta las áreas contrarias; no en vano el F.C. Barcelona intentó ficharlo hasta hace unas semanas; pero como los Roig tienen manteca en el riñón, pues eso, no tienen necesidad de vender. En el Mundial se verá el tipo de defensa que es. Por esa banda que protegerá Foyth, el Glorioso, tras perder al inolvidable Alvarito, no ha vuelto a tener relevancia alguna. Si el corajudo Espino, echa bemoles, quizá le inquiete en algún momento, porque ¿algún cadista sabe quién es el extremo izquierdo del Glorioso? La pareja de centrales, dos elementos de categoría, como se dice ahora: un veteranísimo defensa que tras largarlo el Madrid recaló unos años en el Nápoles. Hay cursis que dicen Napoli, en fin, Señor… Y después de brillar en Italia, lleva años siendo pedernal en el equipo castellonense, hasta el punto de que ya cercano a los cuarenta fue llamado a la selección por el inefable Luis Enrique. Ya saben, Albiol. The Rock. El otro, el central izquierdo, es un joven Pau Torres con excelente salida en el regate hacia adentro cuando se ve apurado en la salida del balón debido a la posible presión alta del contrario, cosa que realiza muy bien su equipo, jugador inabordable en el juego por alto debido a sus centímetros y a su buena colocación. En el lateral izquierdo, el brioso Pedraza, mejor atacando que defendiendo. Ojo, Zaldúa.

En cuanto al centro del campo, luce otro hiperveterano y finísimo pelotero de exquisito trato con el balón: Parejo, que, a veces, hasta defiende con limpieza. Y el Valencia suspirando por un jugador de esas características… Le acompañan jugadores de la talla de Lo Celso, extraño apellido, o del admirado Trigueros y el ceporrón de turno que ahora está de moda en casi todos los equipos para destruir juego contrario: Capoue, labor que realiza con dureza.

Pero, por si fuera poco, arriba es donde más deslumbra este equipo: Yéremi Pino, qué pedazo de futbolista, de los que se puede codear con Pedri, el barbateño Gil, Nico Williams, Vini, etc. Y luego unos africanos, que no sé de dónde los saca, que todos le sirven y hasta llega a vender opíparamente. Tienen unos nombrecitos impronunciables, rarísimos, llenos de "k" y "w", a los que ha mandado al banquillo otra perla negra: Jackson, un jovencísimo vuelve-loco-a-las defensas. Ojo con él y con Pino, y con el gran Gerardo Moreno, defensas gaditanos.

Pero, nada de miedo, pues a este equipo le metió tres goles en su casa hace poco nuestro Choco. Que no se olvide, que sí se puede. Que hierva Carranza.

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