El muelle ciudad se ha convertido en uno de los principales espacios para grandes espectáculos y eventos. Descartado el castillo de San Sebastián por los problemas en los accesos y la playa por los medioambientales, el puerto recoge el testigo de aquellos conciertos de finales de los 80 en el patio del colegio de San Felipe. Entonces los ayuntamientos competían por traer conciertos de altura. El fracaso o el éxito del verano podía depender de si venía Mecano, La Unión, Héroes del Silencio o los grupos de aquella época. Ahora los tiempos han cambiado. La iniciativa privada recoge ahora el testigo con realidades como el No sin Música y los ayuntamientos tratan de ofertar menos cantidad pero poco con calidad. La vida loca en la ciudad. El muelle lleno y los locales de hostelería de los alrededores del muelle hasta la bandera o hasta más allá de los límites de las terrazas. Cádiz suena de categoría.

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