Análisis

José María Jurado

Que venga dios (Momo) a arreglar esto

Se dejan fuera aspectos importantes como la personalidad y la historia del COAC

En el próximo COAC puede que usted vea y oiga a 'Los Dedócratas', a 'Los Cruzados Mágicos' o a 'La Gaditaníssima, por poner tres ejemplos.

Hace pocos días la Junta correspondiente aprueba las bases para el COAC 2020 que, como viene siendo costumbre, consiste en un parcheado de las bases anteriores y, también como siempre, el foco se pone en la elección del presidente del Jurado Oficial.

Y, de paso, se cambia alguna cosilla obedeciendo más a criterios personalísimos que a verdadero interés por el escaparate festivo de nuestra ciudad. Entre estas novedades figura la posibilidad de que el título (nada se dice del disfraz) se repita íntegramente sin aclaración alguna como serían 'Los nuevos…', 'Reaparición de…' y todo ello se lleva a cabo tras una breve deliberación y bajo el imperio de una particular versión de la normativa de propiedad intelectual y sin que tan siquiera se intentara buscar asesoría jurídica de profesionales expertos.

Se dejan fuera aspectos importantes como la personalidad y la historia de nuestro COAC, donde no ha habido repeticiones íntegras del título de los grupos, el respeto a autores de agrupaciones anteriores amén del subterfugio de orden fraudulento que puede ayudar esta normativa respecto a contrataciones posteriores al COAC de agrupaciones que se publiciten al rebufo de otras consagradas, aunque ciertamente ello no sea misión del certamen.

No importa que puedan llevar a confusión al público, aficionados, investigadores y medios de comunicación o que pueda haber títulos, históricos o no, registrados a nombre de sus autores y que pudieran dar lugar a un pleito ajeno al COAC, sí, pero que restaría credibilidad a un certamen que se ufana de creativo en la llamada cuna del carnaval.

Todo ello no importa. Ni siquiera se buscó asesoramiento competente, sino cortito debate y votación. La Asociación de Autores y los Antifaces de Oro votaron contra esta novedad mientras que los representantes públicos, que no representan intereses concretos de modalidades sino el interés general, se abstienen en la votación, inexplicable abstención en un asunto de importancia.

Que lo importante no es sólo la formación del Jurado ni el contrato con las televisiones ni asignaciones ni premios, también lo es la historia y ser esencial de este viejo certamen, cada vez más encorsetado, más profesionalizado y -ay- menos gaditano.

En previsión del pronunciamiento de la calle sobre esta barbaridad, la mala conciencia creada se intenta paliar con una contradictoria recomendación incluida en las bases y que insta a no repetir títulos anteriores, irrisoria recomendación equivalente a coger agua con las manos.

Esta distorsión tiene fácil arreglo y depende nada más que de la voluntariedad de los miembros de la Junta de sacar la pata de donde la han metido.

Porque miedo da que con esta concepción del COAC, y sin siquiera encomendarse al dios (Momo) las mismas personas negocien las retransmisiones televisivas.

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