Análisis

Juan carlos garcía serrano

Miembro de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo.

Por unidades, por favor

Debemos reconocer que comer es un verdadero placer y hacerlo en una compañía agradable y sobre todo que tenga tus mismos gustos y no sea "melindrosa" es doble placer, sino aconsejo comer o cenar solo, ya que es lo más saludable. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones que visito algún bar, restaurante o taberna, lo hago solo, que no es lo mismo que en soledad, y en la mayor parte de las veces, se me hace muy complicado probar más de un plato, debido a la cantidad ingente de comida que suelen llevar; es muy complejo poder comerse una ración de doce croquetas, o de ocho anchoas, o de nueve chuletillas de cordero o choto. Y lo que es peor de todo ésto, es verdaderamente frustrante no poder disfrutar de varios de esos productos, por el simple motivo de que es técnicamente muy complejo e incluso desagradable, el comerme varios de esos platos, no porque no me apetezcan o no estén excepcionales, sino por el hecho de no ponerme malo.

Es por ello que agradezco, cada día más, los establecimientos que ofrecen la mayoría de sus productos por unidades o medias raciones, ya que considero que es más "gozoso" para el cliente y también más rentable para el establecimiento. Por su puesto que hablo de productos que se puedan dividir, se pueden vender por unidades o por peso.

Nadie en su sano juicio puede exigir que le ofrezcan media cigala o medio centollo por muy grande que sea su peso. Pero sí, según mi entender, cien gramos de camarón o percebe, o bien dos ostras, tres bolos, dos langostinos, una tortillita de camarones y media ración de presa ibérica a la brasa.

Es por ello que agradezco los locales, en la capital jienense, que es la que mejor conozco, ejemplos como Casa Pepe, Tabernilla de José, Taberna Casa Domingo o Restaurante Támesis, que facilitan a sus clientes la posibilidad de disfrutar de sus "ricos productos", sin la rigidez de tener que comer solamente una sola ración, y así poder recorrer sus cartas sin miedo a sufrir una indigestión o lo que es más sangrante a mi criterio, el tener que dejar comida en el plato y que acabe en el contenedor de residuos orgánicos. Así que… Por unidades, por favor.

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