Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Ala tertulia concurren muchas personas. Sobre todo jubilados. Que somos los que nos levantamos temprano, a lo peor, para no perder el tiempo que nos queda, que ya va corto.

Ayer estábamos el profesor Vázquez Bermúdez, Melchor Ramos Alba, asesor ecológico, Andrés Castilla, de Ambularte, Manuel Fernández Coca, presidente del Mercado, Paco Olmo, Rafael Muñoz, agrónomo conileño, Desi Gómez, Dimas Bezo, Lucas González, y Juan Carlos Carrillo secretario de las dos tertulias, que a las siete modera la de la Montaña, presidida por José Acosta Martínez.

El profesor Vázquez Bermúdez habla de Cervantes, de algún turbio asunto que mezcla a Lope de Vega con el combate de la Armada Invencible, de la que Cervantes era aposentador y cuando Lope fue desterrado por sus libelos contra Perrenot de Granvela. Lope a voz en grito proclamó que se alistaba en ella. Aun se discute si lo hizo. Pero se llegó a sospechar de Cervantes escribiendo esos libelos en nombre de Lope. Cómo en la Isla, igual que aquí que hay más perrenot que perresí… larga Paco Olmo.

Venimos para hablar de literatura. Si queréis de Cervantes, hablemos de Cervantes. El que le dedicara una sátira al Duque de los Atunes El Medinasidonia. Vázquez habla de que Cervantes en Andalucía se movió más que Elcano y Magallanes. En La ilustre fregona, sitúa D. Miguel a Don Diego de Carriazo, de buena cuna castellana en Zahara de los Atunes, quien recorre España, pasando por todos los grados de la picaresca, "hasta que se graduó de maestro en las almadrabas de Zahara, donde es el finibusterre de la picaresca."

El Paco Olmo interrumpe, como no, para decir que él sufraga un premio de la tertulia, el premio Perrenot a los poetas más malos.

Juan Carlos, buenagenteando, consigue que Melchor indague por Conil, y Zahara sobre el asunto, porque se sabe de la presencia del propio Cervantes en la almadraba, posiblemente como alcabalero, queda constancia en la tradición oral, "de haber estado allí uno que le decían "Saavedra", que había sido soldado y cautivo de moros, que era persona de pluma y mucho saber, ya que todos sus compañeros, los bribones, lo apreciaban y respetaban mucho".

Qué cerquita estuvo de la Isla. Qué cerquita. Lo que hubiese escrito de conocer a la gentualla de aquí, afirma Dimas Bezo, al que le dicen el Cervantes, desde que tiene como muletilla cuando habla de sus versos, de una tertulia de cuyo nombre no quiere acordarse… Sic.

Entramos ya en la diferencia entre lenguaje bello y lenguaje rítmico. Y que son el único mundo separado que existe dentro del mundo. Oé, no te ponga trágico. Dice Acosta Martínez. No, si no me pongo, pero es que hay poetas que mueven más los dedos que un pianista contando versos para alcanzar el ritmo, y se equivocan encima.

El poeta es el creador de un mundo personal oculto y nunca aplaudido. Un consorte entre la luz y la oscuridad. Cervantes se pegó veinte años sin escribir teatro, porque había más autores que chinches dentro de una galera. Afirma Vázquez. Oye, que me recuerdas a Richter. El poeta amargo de la cultura. ¿El de la escala? No. El otro.

Así se inician las tertulias en la plaza del Carmen, casi en la esquina del Gordo, con el café humeando como aquel platonazo que está más adelante, vahando, que dijo Sancho gobernando la Isla.

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