Análisis

gumersindo ruiz

¿Cuándo terminará la pandemia?

Entraremos en una fase de normalización de los negocios y la vida social cuando haya inmunidad suficiente de la población, lo cual depende de cinco vectores. Uno es la transmisión de la enfermedad, pues si el virus muta puede retrasarse el avance hacia la inmunidad colectiva. El segundo es la eficacia de las vacunas, que hasta ahora son muy prometedoras, aunque no se conoce su capacidad para reducir contagios, y cómo operan frente a mutaciones del virus. En tercer lugar, tenemos la inmunidad natural de las personas, que no es algo dado, sino que evoluciona según la mencionada mutación del virus, y también en respuesta a otras vacunas como la de la gripe -que no es igual cada temporada-; por otra parte, la inmunidad se reparte aleatoriamente entre individuos y zonas. Un cuarto vector es la investigación, aprobación, producción de vacunas, y la capacidad de vacunar con suficiente rapidez para superar a los contagios.

En quinto lugar, es necesaria la globalización de la inmunidad, pues de poco sirve lograrla en una zona si no se da en otras. Sobre este particular, las vacunas se producen sólo en Estados Unidos, India, China, Europa y Corea del Sur, aunque por compañías multinacionales, y su producción depende de cadenas globales de suministros; actualmente hay ordenadas más vacunas que se necesitan, sobre todo por Europa y Estados Unidos, aunque el principal comprador, con 1,8 mil millones de dosis, es Covax, la coalición internacional para distribuir a 92 países de renta baja y media.

Construyendo escenarios con estas variables, la transición a la normalidad se daría a partir del segundo trimestre de 2022, cuando las muertes se reduzcan de manera que no vivamos en una situación de alarma, sino similar a la de la gripe actual. Apoyándome en el cálculo de mi colaborador Beltrán Lamothe, a partir de los datos globales de muertes por edad del contagiado, veo que la probabilidad de muerte de un contagiado entre 18 y 29 años es 0,04%, prácticamente nula, sube al 5% (125 veces más) entre 50 y 64 años, y de ahí se dispara al 20% para personas de más edad. La vacunación empezando por edades más elevadas reduce considerablemente las muertes, y tensa menos la situación. Aun así, la familia SARS-Covid-2 será endémica largo tiempo, bien de forma estacional como la gripe, o en brotes esporádicos, como el sarampión.

No hemos incluido en los escenarios la prevención por protección y distancia, porque la escasa incidencia de mortalidad en edades jóvenes y maduras hace que no haya conciencia de prevención, pero la transición a la normalidad requerirá de medidas de salud pública como el uso de mascarilla, higiene, aforos, y gestión de aglomeraciones. A mediados de 2022 los desplazamientos serán ya normales en vuelos hasta distancias medias, y no tanto en las muy largas, y las cadenas de suministro funcionarán con regularidad con un comercio internacional más abierto; pero los países, regiones, sectores, empresas y empleos estarán desigualmente afectados, por lo que las empresas tienen que pensar por una parte en adaptarse a las circunstancias, hábitos de consumo, y formas de organización cambiantes, y por otra a una forma de producción que más que una vuelta a lo normal podríamos llamar de "des-excepcionalidad".

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