Porque un queso no es igual en Nueva Orleans que en Moscú. Mercados del mundo, uno de los nuevos espacios de Canal Cocina, es un recorrido en busca de la diversidad de los productos que se pueden comprar en los mercados tradicionales de todo el mundo. Una serie documental que parte de una premisa: en cada entrega centrarse en un alimento, para comparar la forma en la que se vende en diferentes culturas del planeta. La disparidad es asombrosa y, a fin de cuentas, nos muestra que a diferentes culturas, diferentes maneras de entender la cocina, y la alimentación.

14 capítulos en total que se han grabado en Bangkok, México, Marruecos, Macao, Hawai, Moscú, Suecia... Pepe Marín, el reportero de Algeciras más viajero de Canal Cocina, es el anfitrión de este periplo con el que descubrir curiosidades de la gastronomía mundial: un viaje enriquecedor y que, además, podemos aplicar a nuestra forma de cocinar día a día en nuestras propias casas. Y es que los mercados tradicionales son los que mejor representan la cocina de cualquier lugar del mundo, ya que ofrece el producto fresco, de proximidad y de temporada. Los capítulos de Mercados del mundo están clasificados por alimentos y productos, así que hay encurtidos, salazones y ahumados, vegetales, pescados, carnes, legumbres, cereales, e incluso platos preparados.

Entre los momentos más originales, Marín encuentra en Hong Kong estrellas de mar disecadas, un remedio natural chino que se consume en forma de sopa. En Marruecos, el espectador no se podrá creer la variedad de aceitunas que tienen. ¿Sabía que el kimchi no es realmente una salsa? El programa desmonta el mito en su país de origen, Corea del Sur. En Macao, además, comen pepino de mar, mejillones y, lo que es más raro ¡todo deshidratado! Otra curiosidad: la hoja del tequila es la base de muchas recetas mexicanas. Y le sorprenderá lo que llegan a probar en Estocolmo. Irse de compras con Mercados del mundo es una auténtica experiencia para los cinco sentidos.

Un verdadero safari gastronómico de la mano de este reportero gaditano que, después de haber probado tantos sabores a lo largo y ancho del planeta, confiesa su devoción por la manteca colorá, a la que califica como "un plato excelso". También asegura que "como se come en España no se come en ningún sitio y creo que se debe al tiempo que le dedicamos, al amor que le ponemos a cada plato, al cariño por el producto y la rica diversidad". "En España reunimos una serie de condiciones que nos hacen ser un lugar maravilloso para comer y eso lo tengo clarísimo después de haber recorrido los cinco continentes". Ahí queda dicho.

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