Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Análisis

Antonio Morillo Crespo

A más riqueza, más independencia

Es la ley del más fuerte, la ley de la selva, tan antigua como la propia existencia del hombre. Cuanto más rica es una región, más independencia quiere. Pero eso es egoísmo puro, si se quiere endulzado con la cultura, el baile y el idioma. ¡Vamos a ver! Hay que decir a los 'políticos' e 'intelectuales' independentistas que por qué caramba se ha hecho la Unión Europea y por qué los planes de cooperación y los fondos europeos… Sencillamente porque son el fruto de la solidaridad entre los ricos y menos ricos, como filosofía de cooperación y de hermandad. Por eso no se puede entender que un partido de izquierdas ¡leche! defienda sus postulados. Se entendería a los Pujol pero ¿a partidos con filosofía de izquierdas? La auténtica democracia empieza y comienza con la solidaridad.

Esto mismo, observen ustedes, pasa con Lombardía y el Véneto, que suman el 34% del PIB de Italia y reclaman la retención y gestión del 90% de los impuestos, muy superior por cierto al 19,30% en el caso de Cataluña con relación a toda España. Y en Alemania con Baviera (12,3% del PIB germano) que clama por su mayor independencia económica. Y Escocia, donde, aparte de su bagaje cultural y emocional, su petróleo y gas hacen que su renta pase a ser mayor que la del resto del Reino Unido. Europa, consciente del tema y en aras de sus principios, no quiere ni puede permitir volver a la selva. Y, ojo, la fuga de empresas no es moco de pavo. En Canadá, a Quebec le ha salido cara su pretendida autodeterminación, con la fuga de empresas y bajada de su PIB.

P/D. Toda comparación es odiosa. De los dos golpes de Estado que conocemos, aquel con pistolas y éste con chanchullos, el anterior de Tejero, a quien dimos leña infinita, yo el primero, le ofrecieron un avión y dinero en aquella larguísima noche, para que emigrara con su familia. Lo rechazó, reconoció su responsabilidad, sólo pidió que estuvieran fuera de culpa de capitán para abajo, se entregó y fue a la cárcel. Este Puigdemont, tras su golpe de Estado, deja a sus capitanes en el tostadero y se fuga sin reconocer su delito. (Véanse diferencias). E incluso pregona que se persigue a los políticos. Y así, además de ser un chisgarabís, demuestra que el presidente de los catalanes es un cobarde.

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