Démosles un margen de tiempo a los que muchos tachan de ricos y que realmente son empresarios que llevan años empujando sus negocios a trancas y barrancas. Ahora llega el covid y los hoteles se quedan sin turistas, muchos anulan sus reservas porque realmente lo que le llega de Cádiz a través de muchos medios es que un domingo sí y otro no se acota la entrada a alguna playa por culpa del exceso de aforo. Algún articulista les acusa de ser de LLORECA, y a veces lo son, pero creo que ahora merecen un margen de tiempo para echar sus lagrimitas porque motivos los tienen. Ahora para colmo, Renfe deja a Cádiz casi incomunicada y le va dotando de conexiones por ferrocarril con el resto del mundo a cuenta gotas cuando ya, los trenes que vienen de Madrid se están quedando muy cortos. Dejémosles al menos esos cien días de gracia que, a cambio de mucho menos trabajo, se les suele dejar a los políticos que tanto sonríen ante la cámara.
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