Me preguntan

Alabé esta cualidad de la República francesa que premia el mérito y la capacidad, poniéndolo en el ADN del Estado, y por eso la hija de unos emigrantes pobres puede ser elegida Alcaldesa de París y designada para la conquista de la presidencia de la República

Ayer me llamó un periodista francés para preguntarme por Anne Hidalgo, nuestra paisana, que opta a la presidencia de la república francesa y de la que hablé aquí. Me sorprendió mucho pero está bajo la lupa y es lógico que los periodistas quieran contarle a sus lectores los pormenores que más puedan de los personajes principales. Le dije la verdad de lo que pienso, en contestación a las preguntas. Uno: que Anne Hidalgo era francesa "cent pour cent" (se lo dije en francés), que hablaba el español con un acento completo de los franceses que aprendieron otra lengua; que solía venir aquí pero de un modo discreto, que sólo salía de su lugar de vacaciones si la llevaban a algún sitios (Oneto el cocinero la llevó a una reunión de la Cofradía de los Esteros, que preside), María Jesús Castro la trajo a la Venta de Vargas en alguna ocasión, Rafael Román suele reunirse con ella y su familia… En definitiva, ve a sus amigos, procura no interferir en el partido socialista, pese a tener a sus amigos en determinado escenario (el periodista me dijo que había apoyado a Pedro Sánchez vía Juan Espadas, frente a Susana Díaz: es verdad, le dije, sus amigos gaditanos son de esa corriente ahora mayoritaria), en definitiva, no me quedó claro la "tendencia" del periodista, por eso me limité a decir la verdad, mi verdad, sobre un personaje que, tengo noticias fidedignas, sufre una oposición de gran dureza en Francia ahora, especialmente fuera de París. Hidalgo se fue con dos años de la Isla, es verdad que ha venido volviendo cada año, con sus padres, a ver a sus padres, pero es una mujer comprometida con la política francesa, una francesa completa. Que sea de la Isla por haber nacido en San Fernando y que opte, nominada por su partido, a la Presidencia de la República, es algo extraordinario. Así le dije que lo entendía y, estaba seguro, y como yo la ciudad que la vio nacer, de donde eran sus padres, o al menos uno de ellos. Alabé esta cualidad de la República francesa que premia el mérito y la capacidad, poniéndolo en el ADN del Estado, y por eso la hija de unos emigrantes pobres puede ser elegida Alcaldesa de París y designada para la conquista de la presidencia de la República. Ahí radicaba la esencia de aquel artículo que acabó leyendo este periodista lejano. Las élites de la República son movedizas, los estratos rodaron como las cabezas de la nobleza bajo El Terror, la grandeza de Francia está ahí, en lo que va a vivir -gane o no gane- Anne Hidalgo, aquella Anita Hidalgo cañaílla a la que llevaron a Francia para ganar un futuro que se hizo realidad. Gane o no gane, ya decía.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios