Análisis

Tito Valencia

El patio se mueve

Todo va normal, resulta que ni se hunde el país, ni la bolsa ni se dispara la prima de riesgo

Decía en mi anterior análisis que el patio político estaba para correrlos a gorrazos. Había que hacer algo para cambiar el caminar cansino y bronco que llevaba la crispación política a límites insostenibles. Era más preocupante lo que no se estaba haciendo (el Gobierno) que lo que se hacía. Los problemas sociales y territoriales habían sacado a multitud de ciudadanos a la calle. Manifestaciones de pensionistas pidiendo un salario ganado durante muchos años y justo para vivir con tranquilidad. Fuerzas de seguridad clamando por un reconocimiento en igualdad de salarios. Estudiantes en la calle. Mujeres pidiendo su sitio justo en la sociedad. Una justicia, por la intervención política, cultivando la desconfianza de los ciudadanos. Los problemas territoriales de los catalanes donde la política no ha sido todo lo ágil posible y necesaria por parte del presidente del Gobierno.

En definitiva muchos problemas y sobre todo la sensación en los ciudadanos de todos los colores políticos, incluso en los del PP, de que el gobierno y su presidente estaban paralizados. Esa era la sensación. Había, y hay todavía hasta que se demuestre lo contrario, una parálisis política muy importante y a la vez preocupante. Un espacio vacío que solo Ciudadanos estaba sabiendo aprovechar. Yo tengo la sensación de que ni el PP ni Rajoy han sabido hacer frente a la crisis de corrupción tan importante que ha salpicado, y ha terminado condenando, a su partido. Las crisis hay que afrontarlas de frente y asumiéndolas. Pero de tanto negar las evidencias han terminado por cargarse al gobierno y sobre todo perder la confianza de los ciudadanos.

Después de la contundente condena de la Gürtel era necesario hacer algo. Había que hacer movimientos que cambiaran el rumbo de la política de este país. Y contra todo pronóstico Pedro Sánchez, que estaba desaparecido, presentó una moción de censura. Y contra todo pronóstico consiguió los apoyos necesarios para provocar un cambio de gobierno y al mismo tiempo una crisis en el Partido Popular. Como era de esperar, los partidarios del ya anterior gobierno han montado en cólera. El ventilador de la política áspera, ácida, sucia, ya se ha puesto en marcha. Vuelven los fantasmas del pasado. La Bolsa iba a tener cuantiosas perdidas. La famosa prima se elevaría hasta tocar el cielo. Era la ciclogénesis explosiva de la política. Pues no. Ni se ha hundido la Bolsa, la prima está igual que antes, ni el país se hunde. Todo va normal. El patio se está moviendo a un nivel muy aceptable. Los movimientos que está haciendo el actual presidente del Gobierno están siendo bien aceptados por los ciudadanos. Ha formando un gobierno muy solvente, muy político, con un buen currículum tanto personal como académico. Un gobierno que, a mi entender, ha descolocado a la oposición y está mostrando las cartas de la política que quiere hacer el nuevo presidente. Cierto que no va a ser un camino de rosas. Cierto que no lo va a tener fácil. Pero era necesario intentarlo. Con la Constitución en la mano, como así ha sido. Esperemos que la política recupere el protagonismo que había perdido, porque esto significará que el país ha ganado.

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