Análisis

josé maría esteban

Un palio demasiado grande para cobijar personas

El Patrimonio, no solo es cuestión de piedras, pinturas o Bellas Artes, pero si tiene mucho que ver con su etimología: "Hacienda que uno ha heredado de sus ascendientes". Me sorprende hoy una noticia, donde un patrimonio que ha costado mucho dinero al común de esta ciudad, no haya podido evitar que se vaya una vida.

La situación de nuestro Patrimonio en Cádiz, muy al día en cuanto a preocupación, pero en absoluto mantenido como se debe, no deja de denunciar una situación, donde casi nadie apenas se preocupa de esa heredad. El Patrimonio Cultural, en toda esa amplitud que hablamos del principio, aquí excelsa en arquitectura y urbanismo, necesita no solo ser atendido desde la denuncia, con el correspondiente teléfono que este Ayuntamiento, hábilmente ha colocado para un listado de denuncias, con la ayuda del ciudadano, sino que debe disponer de amplios y eficientes recursos para encauzar y responder practica y adecuadamente a esas denuncias.

De nada sirve una relativa buena intención, si lo que vamos a conseguir es solo convertirnos en espectadores de nuevas frustraciones denunciadas. De nada sirve que nos hinchemos a fotografiar y mandar al teléfono fotos de grietas de murallas si no hay consignación al 50% entre el Ministerio responsable y el propio Ayuntamiento, porque parece que así es lo convenido. Y aunque hay dinero extraordinario para restaurar playas, no creo que haya ni un euro para restaurar recintos históricos castigados, no solo de estas, sino de muchas y anteriores tormentas.

Por otro lado el Patrimonio sencillo: el del mobiliario urbano; el de higiene y limpieza de la ciudad; el de las fachadas sencillas bien adecentadas, el de saber dónde echar los chicles que nadie quiere masticar de otros, ese que es nuestro y a nuestro alcance, nos cuesta mantenerlo en buen estado la misma vida.

Hay que agradecer la preocupación del gobierno local en transmitir esa corresponsabilidad social en las denuncias del mal estado del Patrimonio, pero no debemos olvidarnos de lo importante. Debajo del Palio más grande de esta ciudad, y mira que en Semana Santa han pasado buenos y magníficos, bien llevados y mecidos, se nos ha ido una vida, que esos sí que es nuestro patrimonio más valioso y dejado, hoy por hoy.

No podemos dejar que haya lugares convertidos en pensiones sin registro y "der ná". Sin una normal y mínima vigilancia, que solo mira para otro lado. Porque el Patrimonio que heredamos de nuestros ascendientes, no será ético ni moral, sino taimado y engañoso. En esta ciudad nos hemos acostumbrado mucho a mirar sin ver esas falsas pensiones sin darle el sentido de albergue real que deben tener, aunque ellos no quieran y para que no se vayan en una noche de frio o de humedad.

Las piedras culturales, con ser necesarias de mantener, frente a este caso ocurrido bajo el pomposo palio de Campos Baeza, pueden esperar. Y pensar que con lo que costó Entre-Catedrales habría para haber construido tres o más grandes albergues públicos. SALUD.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios