El país necesita gobernanza

El gobierno está patinando en algunos aspectos de esta gestión, es verdad. Hay veces que no genera certezas, genera dudas, pero lo más difícil es gestionar, tomar decisiones

El estado de alarma en el que la pandemia tiene sumergido a este país tiene varias consecuencias. La principal y de mayor inmediatez para su resolución es la crisis sanitaria. Asusta leer los dramáticos datos numéricos que nos dicen todos los días si estamos ya más cerca de ver el final del túnel o si por el contrario seguimos a la espera de que la famosa curva tome el camino descendente que nos aporte un poco de luz y esperanza.

Otra de las secuelas que nos esta dejando, y que nos dejará, es la crisis económica o la gran recesión (como algunos economistas ya le llaman) con la cola de dramas que suele llevar detrás. El número de parados ya empieza a ser alarmante, los servicios sociales ya están saturados, los comedores a tope y lo que nos queda por llegar.

Parece que esta vez, el gobierno no quiere dejar a nadie desasistido con toda la razón social. No es España, es Europa, es América, es el crudo, es… lo que queráis, lo que esta entrando en crisis. Pero desgraciadamente otra de las consecuencias que estamos comprobando es el bajo nivel, e incluso moral, de algunos líderes políticos que circulan por nuestra geografía política, siempre a la espera de que los malos resultados de la gestión le reporten buenos dividendos para su causa, es decir, para sus ambiciones políticas.

Mientras que el papa Francisco pide un salario universal, mientras que De Guindos, nada sospechoso de socialcomunista, pide para Europa dicho salario social, mientras que Toni Roldán, economista liberal, pide esta ayuda social, la oposición de nuestro país se posiciona en contra bajo la indecorosa actitud de que significará la ruina económica.

Qué hacemos, ¿volvemos a los desahucios, llenamos los comedores sociales, la pobreza infantil, etc? Eso sí, piden una bajada de impuestos ya sabemos para quienes. España dedica al gasto social un 4,1% del PIB por debajo de Europa y recauda un 15% de impuestos menos que nuestro entorno. Quizás ésta sea la solución o el problema.

No aprendemos, no tenemos solución. El gobierno está patinando en algunos aspectos de esta gestión, es verdad. Hay veces que no genera certezas, genera dudas, pero lo más difícil es gestionar, tomar decisiones, y más en una crisis tan desconocida como ésta.

Pero si leemos la prensa extranjera es difícil observar un acierto total en países de nuestro entorno. Inglaterra, Francia, Italia, todas vamos en el mismo vagón, con cortas diferencias. Pero todas tienen una oposición que están arrimando el hombro. Aquí, sobre todo el que debería ser el primer partido de la oposición también genera dudas. Perdido, buscando su sitio político, sin encontrar un punto de equilibrio entre oposición y gobernanza.

Pero para esto tienen que empezar por aceptar que perdieron unas elecciones legítimamente. Este es uno de los problemas crónicos de la derecha de nuestro país, nunca (hagan un repaso histórico) aceptan que España es de todos y la izquierda constitucionalmente también gobierna. Necesitamos en estos momentos una gobernanza que genere confianza. La situación es dramática y o arrimamos el hombro entre todos o nos hundimos todos. Salud.

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