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Análisis

José Joaquín León

El objetivo ya es el ascenso

El partido tuvo altibajos. Sólo se ganó de penalti porque faltó acierto en los remates

Una vez que el Cádiz ya se ha asegurado la permanencia, el gran objetivo que le queda es pelear por el ascenso. Esta temporada tenemos un equipo de rachas. Creció en el final de 2018, tras un flojo comienzo de temporada. También costó arrancar en enero, pero en febrero se enmendó y ha ido hacia arriba. Cuatro victorias seguidas tras caer en Oviedo. El Cádiz no tiene un equipo para arrasar, pero con los últimos refuerzos hay plantilla suficiente para pelear incluso por el ascenso directo. El partido de ayer tuvo altibajos. Sólo se ganó de penalti porque faltó acierto en los remates.

En este momento de la temporada, Álvaro Cervera maneja la plantilla sin apenas titulares indiscutibles. En la alineación de ayer (con Machís reservado entre algodones hasta los últimos 10 minutos) optó por situar de nuevo a Lekic y Manu Vallejo en punta, con Salvi y Jairo por las bandas. Así como confiar en Edu Ramos y José Mari para el doble pivote, sacrificando a Álex hasta la segunda parte.

En los primeros 10 minutos el Cádiz salió a por todas. Arrolló al Albacete. Si no marcó es porque falta un ariete goleador y en ciertos momentos se nota. Salvi entraba bien, pero centraba a lo loco. Más entonado estuvo Jairo, cuya labor de desgaste recordó al Alvarito más sacrificado.

Fue una pena que el Cádiz desperdiciara tres ataques ventajosos. Tampoco aprovecharon la superioridad de Kecojevic en los balones aéreos. Un remate suyo salió fuera por poco. En algunos lanzamientos se echó en falta a Aketxe. En todo el primer tiempo sólo hubo un centro coherente, tras un jugadón de Jairo, pero Lekic, que estaba solo delante de Tomeu Nadal (posiblemente el portero más en forma de la Liga 1/2/3), fue incapaz de superarlo. Paradón, sí, pero con toda la portería para colocarla también pudo ser imparable.

El Albacete se conformaba con el empate. Tenía la importante baja de Zozulia y lo acusó. El manejo del balón le servía de poco en las cercanías de Cifuentes. El Cádiz, en general, se defendió bien durante todo el partido. Con Edu Ramos se mejora atrás, aunque José Mari se iba embarullando según pasaban los minutos.

En la segunda parte, Salvi fue cambiado pronto porque parecía apagado. Tampoco fue el mejor partido de Querol. Sin embargo, Manu Vallejo, que era el más peligroso arriba, apareció bien en dos ocasiones, y en la segunda le hicieron penalti. Iglesias Villanueva estaba cerca y lo pitó. Alex, que había entrado, lo chutó telegrafiado, sin carrera y sin engaño. Tomeu Nadal lo vio y lo tocó, aunque no lo suficiente para evitar el gol. El tema de los penaltis no estaría de más replantearlo, porque los dos últimos han sido mejorables. Aunque el de ayer entró.

En los últimos minutos, con Machís jugando unos minutos sin forzar, el Cádiz controló. No sufrieron demasiados apuros, aunque el Albacete dispuso de una ocasión, como pasa en los partidos que no se liquidan. Al final Manaj pudo empatar, lo que hubiera sido un punto de excesivo premio.

Sigue la buena racha, cuando empieza marzo. El año pasado, por estas fechas, aún había serias opciones de ascenso, incluso directo. Este año también.

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