Pregunto: ¿Se puede vivir en medio de un putiferio de nombres que entran, salen, desaparecen, inútiles todos a la vista del panorama que tenemos presente? No me conteste hoy aunque peor será mañana. Tampoco intente disculpar a los culpables argumentando que los habrá peores a medida que se den cuenta de que sale gratis anular la dignidad de los ciudadanos. De lo que no cabe duda es que lo que nos ocurre tiene nombres y apellidos.

Lo animo a que ponga orden en las responsabilidades de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Joaquín Torra, Irene Montero, Dolores Delgado, Carmen Calvo, Fernando Grande-Marlaska, Miguel Iceta, Gabriel Rufián, Arnaldo Otegui, Idoia Mendia, Íñigo Urkullu, Adriana Lastra, Mari Carmen Forcadell, Oriol Junqueras, Jorge Cuixart, Raúl Romeva, Jorge Turull, Joaquín Forn, José Rull, Dolores Bassa… Ingredientes todos para una olla putrefacta que se cocina. Sí, no son los únicos, pero merece señalarlos porque son los que pretenden hacer rancho aparte y porque son herederos de los que fueron convirtiendo a este país en el que hoy tenemos sin brújula y sin rumbo. 

Por ejemplo habría que empezar por los pioneros, los que fueron y ya no son, sino sus pensiones vitalicias, hoy iconos en tenguerengue: Felipe González, Alfonso Guerra, José María Aznar, José Luis Zapatero, Mariano Rajoy, José Barrionuevo, Manuel Chaves, J. Antonio Giñán, Gaspar Zarrías, Magdalena Álvarez, Villarejo, Garzón —el uno y el otro—Jorge Pujol, Carlos Puigdemont, José Luis Carod-Rovira, Javier Arzalluz, Idem Arenas (¿se sabe algo de él?), Angel Acebes, Eduardo Zaplana, Rodrigo Rato… Gloriosos todos aunque no se sabe si por intentar el bien común o por asegurarse su pan amargo, o por ambas cosas. En España, salvo los asesores, los expertos en comisiones fantasmas y los profesionales del turiferario, nadie vive mejor que los que están en el monte del olvido donde se clavaron las cruces del oportunismo.

Pues, bueno, sin quitar ni poner una coma, todos estos, los citados y los que no caben por falta de espacio, han sido los cocineros del menú que hoy tragamos los ciudadanos de a pie, a la intemperie ante la ruina económica, sanitaria, educativa… como no podía ser de otra manera cuando una empresa la dirige quienes no están preparados, y menos cuando los temporales arrecian. No en balde estamos a la cola de toda Europa en la gestión de la pandemia, en cifras de paro, en deuda pública, en desarrollo y producción industrial, con recesión del 17,8% y a las puertas de los comedores de caridad. 

Menos mal que los postres son suculentos: Jorge Javier Vázquez, Risto Mejide, Belén Esteban, Lidia Lozano, Chelo García Cortés, Mila Ximénez, Antonio Tejado, Rosa Benito, Amador Mohedano, Olvido Hormigos, Makoke, Alonso Caparrós, Toño Sanchís, la saga de los Matamoros… Teatrillo nauseabundo sin tener que entrar en la nómina de los tertulianos a sueldo encargados de administrar las sospechas, la incertidumbre y el miedo que inunda los hogares de millones de familias españolas mientras asisten impotentes a las intrigas que sostienen a todos los instalados en la impunidad que el poder absoluto conlleva. 

Ah, y perdone por no recordar la lista de los reyes godos, no sirve para nada. Como estos.

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