Las parodias y las caricaturas son las críticas más penetrantes". Aldous Huxley.

Y qué tremenda caricatura se marcó este caballero en su libro de 1935 "Un Mundo Feliz". Supongo que muchos de nuestros cultos lectores recordarán aquella división de los humanos en criaturas "alfa", "beta", "delta", "gamma" y "épsilon", de más listo, que va para dirigente, al menos espabilado, el que acaba irremisiblemente de currante. Eso: "que trabajen los romanos, que tienen el pecho de lata". Se ve que esto del trabajo estaba entonces reservado al último escalón social. Don Aldous se quedó corto, porque por estas fechas le quedarían un par de peldaños por bajar: el de los trabajadores en situación de pobreza y los que no disfrutan del lujo de currar; total: "dseta" y "eta" (con perdón). Por suerte, en ese mundo feliz existía una especie de droga, que mantenía a todo el mundo contentísimo: el "soma", disfrutado en particular y sin tasa por los privilegiados "alfa".

El exceso de soma debe de producir un exceso de felicidad y de optimismo, así que nuestros alfa de ahora acaban normalmente atacados de euforia y, desde luego, viven una realidad completamente dispar a la que disfruta el común de los mortales, vamos, que están en Babia, pero la mar de contentos. Personalmente recomendaría que en la cafetería del Congreso de los Diputados, dejasen de despachar soma y volviesen al modesto café con leche tradicional, que será de mejor o peor calidad, pero o produce alucinaciones.

Hace pocos días escuché a la Ministra Báñez declarar en tono vibrante, casi en plan de arenga, que no sólo como ministra, sino simplemente como española, se sentía orgullosa de nuestro sistema público de pensiones, envidiado en todo el orbe (aproximadamente). Eso cuando muchos economistas "ortodoxos" auguran por lo bajini que ese sistema es insostenible y que era cosa de ir buscándose un plan privado. Mirando en torno a sí cualquier criatura de "beta" para abajo, advierte que muchos de sus conciudadanos cobran pensiones de seiscientos euros o por ahí y que los currantes de su pueblo y afines alcanzan en su mayoría retribuciones de mera supervivencia, lo que les imposibilita soñar con el ahorro para planes ni para nada. Por añadidura los empleos de sus próximos y conocidos son casi siempre precarios o forzadamente autónomos. Claro que una señora diputada del mismo partido, indudablemente bajo los efectos del soma, afirmaba desde la tribuna con una cara durísima que los contratos laborales estables crecen muchísimo más que los precarios.

Respecto a eso de las pensiones, nuestros somatizados alfa tal vez no recuerden que el Gobierno de España ha metido el cazo en la hucha correspondiente hasta dejarla tiritona del todo; o que los empleos de baja calidad cotizan muy poco, cosa que no beneficia en especial a las futuras jubilaciones.

También disponemos de alfa somatizados (modalidad escapista) que aseguran ser capaces de gobernar con mando a distancia una comunidad autónoma desde los Países Bajos. Se ve que recuerdan al Emperador Carlos V, que conseguía con frecuencia regir España desde Flandes, mediante consejos a su bienamado vástago don Felipe, heredero de los reinos peninsulares. Un poco incoherente, ¿no? Pero, bueno, para eso está el voto delegado y cosas por el estilo. Sus razones tendrá ese caballero, pero la cosa no deja de ser perfectamente rocambolesca a la vista de persona etiquetada con cualquier letra del alfabeto griego.

El disfrute de mundos perfectamente felices puede incluso estar al alcance de modestas criaturas beta, vamos, de poder y categoría muy limitados. Hace ya algún tiempo asistía el retornado a una charla a cargo de una Delegada provincial de Educación, quien desgranó ante la feliz concurrencia todo un rosario de maravillas en la gestión educativa de la provincia. Al abrirse el turno de preguntas, hubo un ingenuo que aventuró: "Entonces, ¿no hay ningún pequeño problema, alguna insignificante deficiencia?". La buena señora se quedó completamente muda, petrificada, no supo por donde salir. Hace tiempo de eso, pero en esta misma provincia los alumnos y profesores de centros educativos presentan por estas fechas síntomas de congelación alarmantes.Lo que hace el soma. Hago constar que esa política era de otro partido, pero debía de haber aprendido del actual Presidente del Gobierno el antiguo método "Olendorf":

-¿Sabe usted a qué hora sale el tren expreso?

-No, pero tengo un par de zapatillas debajo de la cama.

O bien:

-¿Qué le parece esto de la equiparación salarial entre mujeres y hombres?

-Eso ahora no toca.

O bien:

-¿Cómo ve el tema de la corrupción, que parece afectar un pelín al Partido que usted preside?

-Mi barba tiene tres pelos, tres pelos tiene mi barba… Menos mal que las criaturas no alfa ni beta de este país hemos alcanzado un grado de estupefacción suficiente y nos tragamos carros y carretas con la sonrisa en los labios.

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