El Íbex 35 perdió ayer un 1,79%, su mayor caída del año y vuelve a perder los 9.000 puntos, arrastrado por la mayoría de valores, en una jornada en rojo para todas las bolsas del mundo y después de que Bruselas revisara a la baja la previsión de crecimiento para toda la Eurozona.

El selectivo restó 162,60 unidades hasta los 8.938,30 puntos, con lo que las ganancias anuales se reducen ahora hasta el 4,67%.

La Comisión Europea (CE) rebajó su previsión de crecimiento de la Eurozona para 2019 en 6 décimas, hasta el 1,3%, tras constatar la desacelaración en toda Europa.

España ha sido el país que mejor parado ha salido en las previsiones, puesto que sólo recibió la rebaja de una décima, hasta el 2,1% en el crecimiento para 2019 por el descenso del consumo privado.

Para Alemania, la CE estima un recorte del 1,8% al 1,1%, en el mismo día en que se publicó que la producción de la industria del país bajó en diciembre pasado un 0,4%, muy lejos de la subida del 0,7% que auguraban los expertos.

El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, rechazó renegociar el acuerdo de retirada tras su reunión con la primera ministra británica, Theresa May, pero se mostró dispuesto a revisar y modificar la declaración política sobre la futura relación de la UE con el Reino Unido.

Las bolsas europeas terminaron con fuertes pérdidas: Fráncfort restó un 2,67%, Milán un 2,59%, París un 1,84% y Londres un 1,11%.

En España, el Tesoro Público colocó 4.502 millones de euros en deuda a medio y largo plazo.

De la Bolsa nacional, tan sólo Cellnex sumó; y Enagás y Merlin Properties terminaron planos.