La máquina de reñir

El santo Padre de Roma había dado una charla o conferencia en la que realizó una serie de reflexiones y recomendaciones sobre una de las figuras más relevantes y controvertidas del Carnaval de Cádiz y del resto del mundo: la suegra

En un día tan convulso en lo informativo como el de ayer una noticia me cautivó. El santo Padre de Roma había dado una charla o conferencia en la que realizó una serie de reflexiones y recomendaciones sobre una de las figuras más relevantes y controvertidas del Carnaval de Cádiz y del resto del mundo: la suegra. El padre Francisco pecó ayer de argentino deslenguado (perdón por la redundancia) y se metió en un charco, aunque en realidad podríamos decir que ese es su trabajo, mostrar la dirección a seguir a los fieles católicos desde el principio de autoridad. El pontífice carece ya de la fuerza institucional que le otorgaba la teoría de las dos espadas, pero como sucesor de Pedro y figura principal de la Iglesia y jefe del Estado Vaticano, sus palabras recorren el mundo con rapidez y eficacia.

"A vosotras, suegras, os digo: tened cuidado con vuestras lenguas. Es uno de vuestros pecados", dijo Su Santidad tirando de clichés machistas. La lengua de la suegra es larga y afilada, pues corta más que espada, diríamos tirando de refranero patrio. Sobre todo si la lengua sale a pasear visitando a la nuera, pensaría el Papa, dándole vueltas a las relaciones interpersonales entre madre y esposa. No debemos obviar que toda mujer es una suegra en potencia, es decir, alguien que quiere lo mejor para su hijo y a la que le duele ver que su media naranja no lo trata como "merece" y le quita su "sitio".

"Hoy en día la suegra es un personaje mítico, no digo que pensemos que son el diablo, pero siempre se dice que son malas. Pero es la madre de tu marido, de tu mujer". Es decir, la suegra es un unicornio con crin arcoírica. Uno con dientes afilados, eso sí. Y "es cierto que a veces son un poco especiales pero han dado la vida a tu pareja", así que el Papa Francisco ha pedido a las nueras que las traten con respeto y cariño, con paciencia, clamando por una "alianza de generaciones" que borre esa idea de que "la suegra, cuanto más lejos esté, mejor. No está bien... Tu suegra es madre, es anciana". Eso sí, también ha exhortado a las suegras a que "si tienen algún 'defectillo', que se corrijan".

No he podido dejar de recordar aquella parodia de la suegra que nos regaló el Selu y que presentó al Falla hace unos años; la que, perrillo gruñidor en mano, trataba de sobrellevar que su querido hijo le confesara que le gustaban más las tortillas de patatas de su esposa que las que siempre le había hecho ella, su santa madre. Hay un poco de lucha de poderes en las relaciones suegra-nuera, con un inconveniente: que no se puede nombrar emérita a tu suegra y mandarla a Arabia Saudí. Eso sí, siempre se puede nombrarla ministra y enviarla a increpar a los independentistas al Congreso. Porque una suegra -ha olvidado decir el Papa- puede ser la más efectiva máquina de reñir, como madre y esposa que siempre será.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios