Tras ser proclamada candidata a alcaldesa para las elecciones municipales de mayo'19 por el PSOE, Patricia Cavada ha comprobado que el bloque que integra su equipo ha sido refrendado en unas primarias. Esta medida vino auspiciada por el último Congreso Federal socialista, que posibilitó que los militantes, individualmente o en grupo, puedan presentarse libremente a las listas. En esta ocasión, la lista "oficialista" ha salido elegida íntegramente y el núcleo duro del gobierno isleño repite, aunque no se conozcan aún los puestos de salida.

Patricia tiene varias manos derechas, como es sabido. Conrado Rodríguez, Claudia Márquez y Antonio Rojas han sido fundamentales en estos cuatro años de gobierno, siendo solventes y respetados en cada una de sus respectivas áreas de actuación. Una labor más oscura (o menos reconocida) ha sido prestada por concejales como Ignacio Bermejo o Mar Suárez, que imagino repetirán también en pole position electoral.

Luego encontramos a fundamentales militantes de base como Jaime Armario -quizá demasiado volcado en la Diputación Provincia-, Carmen Toledo, Miguel Ángel Fernández, Enrique Rodway o Virginia Barrera, que sería ideal para asumir el puesto que en su día ocupara Ana Lorenzo.

Por último, hay dos nombres que destacan poderosamente: uno que está y otro que falta. María José Foncubierta debuta en una lista electoral. La actual directora de la Escuela de Idiomas de La Isla es una persona inteligente y empática, siempre dispuesta a ayudar, y que posee además una magnífica relación con el deporte por su prolongada trayectoria vinculada al arbitraje baloncestístico de la provincia. Le auguro un puesto alto en la lista de Patricia.

El nombre omitido, previsiblemente, podría ser nombrado jefe de gabinete de Alcaldía si Cavada consiguiera ganar o pactar. Nos han venido dejando pistas: la primera fue la salida de dicho cargo de Fernando León, un histórico del partido socialista isleño; una marcha que no ha terminado de ser explicada. La segunda, el cese de la jefa de prensa de la alcaldesa, sustituida por Antonio Ardila, quien fuera coordinador adjunto de la vicepresidencia de la Junta. O sea, persona de confianza de Fernando López Gil.

Creo que el destino final de FLG dependerá del resultado de estas municipales y su influencia en la Diputación Provincial, hoy presidida por Irene García. Puede que ese cargo sea pretendido por el otrora alcaldable, en cuyo caso se produciría un nuevo enfrentamiento de poderes fácticos en el seno del PSOE provincial, todavía titubeante tras el varapalo que ha supuesto la pérdida de la Junta de Andalucía. Otra opción podría ser que López Gil ocupara el puesto que dejó vacante León: jefe de gabinete de la alcaldesa, su verdadera persona de confianza. No olvidemos que Patricia Cavada fue una apuesta personal de Fernando, aupándola en su lista y, posteriormente, avalando su ascenso a la Alcaldía.

Aún queda tiempo para tomar decisiones en esta Isla en la que el tranvía sigue con pruebas y averías por la calle Real. Veremos qué decisiones toma Patricia: siempre fue muy lista.