Este verano puede ser el banco de prueba de lo que tiene que definir el futuro económico y social de la ciudad. Todo va a depender de la aceptación que tenga la cantidad de actos programados por el gobierno municipal para la reactivación de la economía. Una gran apuesta y un gran esfuerzo para que los ciudadanos se queden en la ciudad. Pero cuando todo pase, la programación estará necesitada de cambios. Las citas de este verano programadas deben ser para cubrir las urgencias, pero para el futuro necesitarán reinventarse.

Seguimos sin conocer lo que están trabajando la comisión de reconstrucción y si esta sigue formada. No comunican nada. Lo lógico es que estén trabajando sobre los tres ejes de turismo cultural, comercio e industria. Después se pueden agregar otras materias, pero sin duda sobre estas son las que lleva años la ciudad intentando que sean los cimientos de la economía. En industria sería lógico que pudiéramos contemplar de una vez la zona de Fadricas y los Polvorines llenas de grúas (como se decía antes en política) además de la industria digital. En comercio caben muchas cosas, pero es indudable que necesitan de una fuerte inversión para su adaptación a los nuevas tendencias en consumo. Esto se tiene que acompañar de una reforma urbanística (ya lo he reflejado otras veces) que haga la zona comercial más agradable para el consumidor. Y el turismo. Base económica para todo el país y que necesariamente tiene que ser también para la ciudad.

Digo más arriba que la programación veraniega de este años tendrá que sufrir cambios. Deberíamos de crear una oferta fuerte, distinta a lo que ofrecen en nuestro entorno y que sea capaz de consolidarse como una oferta que atraiga cada vez más público de fuera. Un festival de grupos de música no puede competir con el gran espectáculo creado en Sancti Petri. Por eso hay que crear algo distinto. Yo creo que se podría traer para la ciudad una especie de Bienal del Flamenco. Un plato fuerte para el verano y que gusta a los turistas. Esto junto al Museo Camarón podría ser una de las apuestas fuerte de nuestro turismo cultural, el efecto llamada.

No nos podemos olvidar de la gran apuesta de la alcaldesa sobre los premios Goya del Flamenco. Una apuesta fuerte, novedosa, importante, pero que no sabemos como está. Sería una forma de dar a conocer la ciudad y su apuesta por atraer un turismo que quiera cultura.

También se debería aprovechar el parón de las navieras para negociar visitas culturales de los cruceros que lleguen a Cádiz. No me quiero olvidar de la playa. El paseo marítimo ha dado un cambio de imagen magnífico a la playa, (cuántos años llevaba la playa sin recibir ningún cambio ante la excusa de la Ley de Costas), que evidentemente mejorará cuando todo esté acabado. Por lo tanto, creo que sería importante aprovechar, lo que podríamos denominar, este paréntesis para crear las bases de una nueva época en la ciudad.

Salud y que la apuesta por esta programación tenga la respuesta de la ciudad.

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