Así es imposible

La verdad que este Cádiz empieza a preocupar más de lo debido

En el fútbol no se gana cuando uno quiere, pero si uno no quiere es imposible ganar. Y exactamente eso es lo que le pasó al Cádiz la semana pasada en Vallecas. Bueno, en realidad no es que no quisiera ganar, es que dio la sensación de que ni siquiera se bajaron del autobús. Solo Ledesma pareció darse cuenta de que su equipo estaba jugando un partido de fútbol y, si no es por él, no sería exagerado decir que pudimos volvernos con 8 goles encajados. Y no cabe escudarse en el árbitro, ni en el penalti, ni en las expulsiones. El Cádiz simplemente no ganó porque no apareció por el terreno de juego. Así de simple. Hasta el gol de Cádiz lo tuvo que marcar el Rayo. No hay más preguntas, señoría. Y la verdad es que este Cádiz empieza a preocupar más de lo debido. Cuando se está en buena racha y con buen juego no somos capaces de matar el partido y no pasamos del empate. La única victoria ha llegado tras un partido malísimo donde nos pudo ganar el Valladolid. Y cuando nos creemos que somos los reyes del mundo nos pasan por encima, pero no un Bayer de Múnich o un Manchester City, no, nos basta un Osasuna, un Rayo Vallecano o un Celta de Vigo para sacarnos los colores. Y claro, con estos mimbres vamos a tener hasta suerte de no estar en segunda en Navidades, pero por el simple hecho de que la liga para un mes por el mundial, que si no. El Cádiz que hemos visto hasta ahora, con más sombras que luces, apesta a Segunda División de manera clara. ¿Me preguntan si hay solución? Pues miren, por capacidad, calidad y aptitudes creo que sí. Por intensidad y concentración tengo serias dudas, y hasta diría que no. Así no vamos a ningún lado, y la plantilla lo sabe. Y cansa el mismo discurso de "tenemos que estar concentrados y tal y tal". Eso hay que tenerlo grabado a fuego en la frente, porque, en fútbol y en otros órdenes de la vida, cuando te fallan otras cosas solo te van a salvar la entrega, el coraje y la pelea. Y si también te falla eso, estás muerto. Negredo habla de "ponerse las pilas". Pues sí, de petaca, alcalinas, y de las que anunciaba el conejo ese que decía que duraban tela. Porque aquí, o se le pega a esto un chute de energía fuerte o nos vamos haciendo a la idea de batacazo gordo. Será que suelo ser optimista por naturaleza, pero yo veo al equipo con condiciones para pelear. Otra cosa es que ellos quieran, que ahí no podemos hacer nada.

A esto le hace falta coraje, casta, pundonor y, aunque cada entrenador tiene su once ideal, eso ya no funciona. Y me refiero por funcionar que al no se deje el pellejo en la cancha, al banquillo del tirón. Sin mirar nombres ni historiales. Ante el Betis jugaron los menos habituales y fue el mejor partido de la temporada. Se necesita gente con hambre, con sangre. Y el que no esté dispuesto a darla que se quede en casa. Ante el Atlético tenemos otra bala. Un equipo muy superior pero que también sale a no perder. Necesitamos ya, pero ya, algo que nos devuelva a la vida. Porque, siendo Halloween, el sábado parecimos zombis.

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