Hay ligas...

Hayligas de cualquiera, o casi, verbigracia, la inglesa. Hay ligas de uno solo, la francesa hoy, por ejemplo, y un poco la alemana; hay ligas de dos, a veces hasta de tres, esta última, la española, Y todos saben a qué nos referimos. El Real de Madrid como expresó en casa una visita de bonaerenses, cumplió ante un siempre complejo rival como son los amarillos de la Cerámica, los baños y los lavabos. Tres nísperos cayeron en el bolso amarillo, tres que fueron más que suficientes, en especial por lo que significaba volver a una competición en donde venía de amamantar a la media docena escasa de lobitos del vecino del Manzanares. El Mostru siguió con lo suyo: meter penaltis y los que no son penaltis y Vinicius parece retornar a esa forma que le llevó a soñar con un balón de oro casi predestinado a él. Javi cometió el error de prescindir del Lenguaraz en algunos momentos, mas el otro le ha demostrado que es un peligro cada vez qu encara, un camino con dos sendas; una, la velocidad y, la otra, el dribling rompe cinturas o gambeta. Pero se ha dado cuenta pronto de que si el Mostru es el 50 % del Madrid, el brasilata no llega a tanto, pero se acerca. Y Cortés, el resto. Los demás a acompañar. Son jugadores que sirven para alcanzar el cupo (no el de los vascos ni el precatalán) del once, y otros que de momento, parece que no caben, especialmente uno que hasta hace poco era el ojito derecho del coach italiano del eterno chicle, Valverde. Milagosa o azarosamente parece que no encaja en la nueva cofradía que intenta consumar Javi. Un tercer grupo lo rellenan los Chuamení, que jamás me pareció un mediocentro digno del Madrid, y menos de 80 kilos, Ibrahim, que despreció a la Armada Invencible que ganará el Mundial cercano, Arda, de zurda pulida, Mastan…, que goza de plena confianza de su entrenador, pero que no es ni será Messi, a pesar de que le queda un largo recorrido en Chamartín a sus dieciséis añitos, y, principalmente el de Utrera que jamás debió salir del Betis, porque, nunca ha descollado en el fútbol de altura. Yo lo he visto jugar en un viaje a Londres en el campo del Arsenal, un team que, no sé por qué me cae bien, donde como en el Real, nunca consiguio un hueco de titulado. Y el restillo, como te muestran los de la caña de del pais cuando han cogío tres mojarrita-piera y un charrán.

Por la cara de atrás del espejo, un líder marchito, Le duró poco al equipo de Kubala la cabeza de la clasi. El Sevilla le ha dado un repaso meritorio. Nada que objetar. El Sevilla le recetó de su propio medicamento al Barcelona. Empezaron por correr como gamos, pero no alocadamente, sino arriba, evitando que la barca-Barça saliera desde su defensa ordenadamente hacia adelante. Mordían los tobillos de los defensas y éstos nunca consiguieron ese gusto de salir jugando el balón desde el portero. Pero hay análisis. Primero y principal, que no jugó el doble Kopa. Cómo driblaba Kopa en los dos años que estuvo en la capital. El que sí va ufano a defender a España, se quebró, no estuvo, el pubis, ya saben. Y eso se nota demasié. A los defensas contrarios les tiemblan las canillas si lo advierten sobre el verde. Rafiña sigue entre fisios y médicos. Lewa está para expedirle un pasaporte nuevo. Quizá sea el primer descarte. El otro Araújo, una jarra de cerveza sin espuma, no las que bebíamos los gaditanos en la rúa de Zorrilla illo tempore. Deyón desapaecido. Pedri no podía, ni podrá solo hilvanar todo el juego-, además, debe descansar, porque si no le da el síndrome tomate-semblamnte. Él no es una roca, es un cuerpecillo normal, con un cerebro como el de los grandes-grandes. Junto con Vitiña, los dos mejores organizadores de juego que corretean por el planeta.

En cuanto al otro de Madrid, el neptuniano, volvió al Simeone-aburimiento. Pero, Sime, ¿a quién se le ocurre fichar a un desecho del F.C. Barcelona que, encima, cobra un disparate de sueldo? Lenglet. Lo echaron y, a empatar, paloma. No en vano fueron al casoplón del rey del empate a uno. Al menos esta temporada. Los cinco lobitos parecen ya lejanos.