España bate récord de trabajadores en un contexto de crisis mundial por la pandemia y por la guerra de Ucrania. Por primera vez en nuestra historia se sale de una crisis con más personas trabajando y con mejores sueldos y condiciones laborales.

Hay que recordar que la crisis de la burbuja inmobiliaria de 2008 provocó tres millones de parados, la reducción de sueldos y la generalización del trabajo precario, sobre todo en los jóvenes. Política avalada por una reforma laboral promovida por una ministra que actualmente tiene un alto cargo en la confederación empresarial.

Si en la crisis de 2008 el gobierno se portó generosamente con las entidades bancarias, responsables en gran medida de la crisis, regalándoles más de 60.000 millones de euros y haciéndose cargo de sus activos tóxicos, en la crisis de la pandemia el dinero ha ido a los trabajadores, por medio de los ERTEs; 25.500 millones de euros, procedentes de nuestros impuestos, para que más de tres millones de trabajadores salvaran su puesto de trabajo.

Si a esto se une que se ha subido sustancialmente el salario mínimo y se ha aprobado una reforma laboral que ya ha transformado el panorama laboral, incentivando el empleo fijo, cabría esperar una amplia aceptación social del gobierno de izquierdas.

Pues no, los que crecen en las encuestas y en las elecciones son los partidos de la derecha y la extrema derecha que se han opuesto a todas las medidas sociales, incluso a la subvención de los combustibles. Son los del “cuanto peor, mejor”; los que ondean la bandera rojigualda, pero han intentado hundir a España, con la promesa de que ellos la levantarían. ¡Vaya patriotas!

Las guerras internas de la izquierda y su incapacidad de responder a la interminable ristra de bulos e insultos de las derechas -que si gobiernan con los terroristas, que si apoyan a los independentistas…-, que terminan por calar entre la ciudadanía, puede hacer que terminen por gobernar los enemigos de la democracia, los que se oponen a todas las medidas de mejora social, que están en contra de las pensiones públicas, que quieren privatizar la sanidad, que se oponen a las mejoras salariales y al empleo fijo; quienes utilizan el nombre de España en contra de los españoles. El 19 decidimos la Andalucía que queremos.