Análisis

Guillermo F. Jiménez Rodríguez

Los famosos vinos de El Puerto

En El Puerto, en septiembre, en el mes de la Virgen, en los pagos de los viñedos de nuestro entorno, de Jerez, Sanlúcar, Chipiona, Chiclana... las lágrimas cuajadas de las cepas se han transformado en esas estalactitas de frondosos racimos, que después, con tanto mimo, cortará las delicadas manos del viñador. En el lagar, de esta uva saldrá turbio líquido, el mosto. De este mosto que, allá por la zona de la Bajamar, gestado en cóncavas botas de viejos robles, con la humedad ambiente y la magia de los efluvios de nuestro Guadalete, verán la luz esos finísimos hilillos de oro puro: El vino ¡Los famosos vinos de El Puerto! Caldillo de dioses. "...con el vino se aprietan las bielas, las cuestas arriba se suben mejor..." "El vino, ¡que tiene el vino! que quita las penas mías...": dice el cancionero. ¡El vino resucita a los muertos!

Todo esto me trae a la memoria lo que leí, en este mismo Diario, hará cuestión de unos tres años -muchos lo recordarán- lo contaba el dueño de una famosa bodega. Comentaba que cuando tenía tres o cuatro meses tuvo una enfermedad, incurable, en aquellos tiempos, y el médico le dijo a su madre: "Señora, siento decirle, que se haga lo que se haga, el niño se muere". La madre pensó que como se iba a morir, a hurtadillas, le dio una cucharadita de vino fino. Súbitamente el niño dio un cambio radical y se restableció totalmente. Cuando esto escribía este señor, en este mismo periódico, repito, contaba con la friolera de 96 años de edad ¡vaya tela! ¡Lo que hace el vino!

¡La Feria del Vino Fino se llama nuestra Feria de Primavera! El vino, da vida y alegría a casi todas nuestras celebraciones, y muchos eventos estarían sosos si su presencia. "El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la emoción de la tristeza" : dice Séneca. No es menos desconocido el tópico que dice: "con pan y con vino se anda dos veces el camino". En las uniones matrimoniales, o de pareja, el vino, la mayoría de las veces, hace más sólida la unión. En ocasiones, no se puede negar, suelta la lengua demasiado. Con razón se dice que los niños y los borrachos dicen la verdad. El vino es alegría.- El sol embotellado de Andalucía- lo llama cierto slogan publicitario. En la Santa Misa, por la fe, y las palabras del sacerdote en la transubstanciación, el vino se convierte en la sangre de Cristo.

Ya solo me queda ponerme de pie, alzar mi copa, y decir: ¡salud, va por vosotros!

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