La extraña política local

La política, y hoy mas que nunca por la desmotivación, está necesitada de claridad

A poco más de dos meses de las elecciones locales, la política local parece paralizada. Algo ocurre cuando solo un partido, el PSOE, parece tener los deberes hechos. No es lógico que los demás estén desaparecidos. No hay candidaturas, ni candidatos, ni programas. Otras veces incluso ya estaban diseñadas las campañas. Y lo peor, es que la política local se mueve entre rumores, desmentidos y cambios en los primeros puestos de las listas. ¿Qué está pasando?

Ciudadanos todavía no ha designado oficialmente a su candidato y todo son rumores sobre personas a las que les han ofrecido ser cabeza de lista. El Partido Popular es cierto que hace tiempo designó a su candidato, José Loaiza, pero siguen los rumores sobre una nueva ubicación para él, hasta ahora candidato a la alcaldía. Mi opinión: pues creo que Loaiza será el candidato. Pero los rumores se dejan querer al no haber desmentidos del PP, ocupado en la actualidad por el reparto de cargos para Andalucía. Los andalucistas, sí hace tiempo que diseñaron al cabeza de lista que por otra parte no causó ninguna sorpresa. Podemos continúa con su actual portavoz Ernesto al frente, lo cual era lo esperado. Y queda VOX del que no tenemos noticia alguna. Como digo existe desconcierto por la falta de acción en los partidos locales. Y no es que la ciudad esté para esa dejadez o falta de actividad.

Por otra parte, es la misma falta de actividad que han venido manteniendo los partidos en la oposición. Como ya es sabido solo el PSOE tiene ya todos los deberes hechos, que por otra parte no significa que tenga todo ganado, pero sí parece tener claro lo que quiere y lo que busca. La política, y hoy más que nunca por la desmotivación que existe, está necesitada de claridad. Tiene que ofrecer a los ciudadanos sensación de seguridad en lo que se hace, firmeza en el proyecto que se ofrece y esperanza en el futuro. Y esta desmotivación que existe en la política local no ayuda en nada a la movilización de los ciudadanos. Si a esto le unimos que ahora toda la campaña se basan en las redes sociales, de ahí las cada vez mayor abstención de los ciudadanos.

No estoy en contra de la utilización de las redes para la captación de posibles votantes. Pero sí de que se hayan convertido en la base de las campañas electorales. Se ha perdido cercanía con los electores, se ha perdido la exposición de los programas (aunque estos después se cambien), y se ha perdido el contacto con los líderes que sí motivaban el voto. Además, el ruido, la publicidad, de las anteriores campañas vestían de fiestas a las ciudades. Una fiesta democrática. Qué tiempos, cuando los carteles, algunos, con solo mirarlos te obligaba a votarlo. Toda la ciudad sabía que había elecciones y participaba de alguna manera de las mismas.

Ahora todo queda un poco o un mucho descafeinado. Tampoco es que los candidatos sean muy políticos, eh. Hoy es más importante saber el manejo de las redes que de política. Y claro, después pasa lo que pasa. Los políticos convertidos en funcionarios.

Los políticos nos piden que tengamos confianza, pero viendo lo que vemos ¿cuáles son esos motivos? Todo lo que está pasando es muy extraño.

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