Todo empezó el 27 de marzo de 2020. Era viernes. En un grupo de Whatsapp de la Cofradía Gastronómica de los Esteros, que preside Pepe D. Oneto, y del que Francisco Melero Mora es responsable de Cultura, los cofrades comentaban la canción del Dúo Dinámico Resistiré, que era como el himno de la resistencia contra la plaga que ya nos daba duro. La pandemia, de la que sólo sabíamos por los libros, puesto que hacía más de un siglo de la última que azotó a la humanidad, la llamada Gripe española de 1918, empezaba a golpear sin misericordia al mundo y, por consiguiente, a España. Los telediarios se abrían con los miles y miles de infectados… y los muertos. El resultado fue la reclusión en nuestras casas para evitar los contagios. En este cuadro nació Te doy la palabra, una obra insólita que Francisco Melero y la Cofradía de los Esteros acaba de concluir con la quinta entrega. Es un estuche precioso, con una edición muy cuidada e ilustrada por Maripaz Sebastián de las cinco entregas, cuyos beneficios se entregarán a una institución solidaria y benéfica puesto que su autor ha renunciado expresamente a sus derechos. Y fue precisamente con resistiré con lo que comenzó todo. Melero, filólogo con un amor al latín más allá de toda medida, empezó a ilustrar al grupo de cofrades. Escribió ese viernes 27 de marzo: 'Resistiré' es futuro del verbo resistir. Pero en latín no se decía así, se decía resistam. Las cosas cambiaron con el tiempo y el castellano introdujo el verbo auxiliar 'haber', con lo que el resultado fue 'he de resistir', que luego pasó a 'resistir-he' para terminar dando lo que hoy canta el Dúo Dinámico: Resistiré. Un principio sencillo para lo que ha sido toda una aventura del conocimiento y la participación.

Francisco Melero, unas veces de motu proprio y otras a petición de sus compañeros cofrades, fue extrayendo palabras y contando sus 'biografías". Va un ejemplo: agobio, alarma, alivio, ánimo, cirujano, contagio, desescalada enfermo, entierro… También macarilla, mentira, muerte, pandemia, patria, penitencia, presidente… Sonrisa, vacuna, ventilar, viernes, virus…

Sabíamos de la generosa entrega de Paco Melero a su pueblo, La Isla, y de su sabiduría, que siempre siembra por donde ha ido. Junto a él hicieron posible la aventura Manuel Bernal, Antonio Montiel, Pepe D. Oneto, Mari Paz Sebastián y las decenas de cofrades encerrados en sus viviendas, temerosos de una pandemia que continua haciendo estragos y arruinando por donde pasa. Dedicó su obra a la memoria de un gran isleño y cofrade de Los Esteros, muerto de covid, Antonio Sánchez Aguilera. No es posible resumir tantas palabras, tanta sabiduría simpática y generosa de Melero. Por eso te recomiendo encarecidamente que los busques y lo adquieras, que además todo irá destinado a la solidaridad. Te doy mi palabra.

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