Viernes Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Viernes Santo en la Semana Santa de Cádiz 2024

Si ya es complicado entender el recibo de la luz, lo del sistema de subasta de los precios de la energía es física cuántica avanzada. Eso sí, lo de que cuando más falta hace encender la estufa es cuando más caro nos va a salir, lo tenemos bien asimilado. Cada vez que se prevé un pico de demanda, los precios baten récords.

Huele a abuso. Entre otras cosas, porque los antecedentes están ahí. Energéticas como Naturgy o Endesa han tenido que pagar multas millonarias en años anteriores por elevar de forma artificial los precios.

Pero incluso suponiendo que las compañías actuaran dentro de la legalidad que les permite el sistema, ¿es esta una forma ética de comerciar con la energía? Se trata de un bien básico, y por muy rentable que resulte aumentar los precios cuando el consumo se va a disparar, ¿de verdad podemos tratar la luz como si fuera el marisco en Navidad? Comer gambas es una opción, pero combatir el frío es una necesidad.

Desafortunadamente, no parece que haya intención de cambiar el modelo, al menos en el corto plazo. Más bien al contrario. Hace apenas un mes nos sorprendía la noticia de que el agua cotizaba en Wall Street. Es algo más complejo que un grupo de brokers comprando y vendiendo litros de agua a un precio fluctuante. Se trata de un mercado de valores que permite a quien compre hacerse con los derechos de uso del agua a un precio determinado en el futuro. Esto podría tener algo (solo algo) de lógica si se tratara de garantizar, por ejemplo, a los agricultores, que son grandes consumidores, un precio estable en las próximas temporadas. Pero lo cierto es que el mecanismo lo que favorece es que unas pocas manos acumulen un recurso básico y puedan después especular con el mismo. Y esto, cuando las previsiones hablan de que la causa más probable de guerras y migraciones en el futuro será la escasez de agua.

Con estos mimbres, me temo que lo que nos ha tocado vivir en 2020 era solo el prólogo al mundo distópico hacia el que nos encaminamos. ¿Estaremos a tiempo de cambiar el guion?

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