Pocos se acordarán de qué significa la corte de los milagros, y los mas versados se trasladaran de Víctor Hugo o a Valle Inclán para rememorar el significado de esas palabras, pero al día de hoy, la Ciudad de El Puerto es el gran escenario, trasladado desde el París del medievo a pleno siglo XXI. La situación económica ha desencadenado quizás el que aparezca, y esa corte no es exclusiva de una localidad en concreto, pero estamos en El Puerto de Santa María, y aquí, esa corte, tiene presencia y permanencia.

Para entender el concepto hay que quedarse con su sentido atemporal, pues, al igual que en Las Halles, milagrosamente ciegos, cojos, tuertos y demás recuperan milagrosamente la salud. Hoy, la gran diferencia es que no se molestan ni en crear esa sensación tendente a buscar la compasión, eliminan la clásica picaresca y el personal invade las calles sin tara para luego regresar a sus habitáculos sin tara de ningún tipo. Lo único que no cambia es la proliferación de gente mendigando. Sin control, sin reparto por zonas, aparentemente, y sin molestias por parte de quienes tienen la obligación, pero no los medios, de evitar esa lacra. Para algunos la sociedad será la culpable, para otros la falta de medios por parte de las instituciones, y mientras culpamos, explicamos, razonamos, comprendemos y analizamos… sufrimos una batería de peticionarios activos que no se limitan a ocupar esquinas o puertas de templos.

El asalto es continuo, daría para una vida novelada, y nadie que pasee por calle Luna, por poner un ejemplo, se ve libre del asalto de al menos diez pedigüeños, los cuales, unidos a los vendedores ambulante de sábanas de franela en agosto o quincalla étnica, hacen del paseo una subida al monte calvario. Del mismo modo, quienes se sientan a tomar algo en alguna terraza se ven obligados a atender al mismo número, de forma que en ocasiones sería necesario poner en cada mesa un aparato para poner número y atender a quienes acuden a la mesa, que en ocasiones no dejan espacio entre ellos. Nuestra particular corte de los milagros se ha establecido en la ciudad, y al paso que vamos, parece que gobernará por mucho, mucho tiempo.

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