Recientemente se ha dado difusión en medios al caso cerrado por la Fiscalía sobre los presuntos abusos a un menor con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo). Muchas personas y entidades se están poniendo en contacto con nosotros para indagar sobre este doloroso asunto. Por este motivo, y porque tampoco tenemos mucha información sobre las causas que llevan a la Fiscalía a cerrar este caso, como presidenta de la asociación Autismo Cádiz quiero reflexionar en alto por medio de esta tribuna.

El filósofo Xabier Etxeberría, en su libro Aproximación ética a la discapacidad, contempla cuatro principios para asegurar el respeto a la igual dignidad y evitar discriminaciones y situaciones de abuso o daño de las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo, entre las que se enmarcan las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Estos principios éticos son: la dignidad, la acción benefactora, la autonomía y la justicia. Desgraciadamente, para las personas con discapacidad, la defensa de estos principios consiste, en muchas ocasiones, en evitar la vulneración de sus derechos más elementales, es decir, una defensa de mínimos y no de máximos.

Esta defensa de derechos es el propósito de Autismo Cádiz, y por ello, nuestro afán es centrar nuestro trabajo en la aplicación de estos cuatro principios, para todas las personas con TEA, sean o no socias de esta entidad. Nuestro deseo es que los profesionales que trabajan en nuestra entidad, tal como apunta Javier Tamarit "sean no solo excelentes técnicos sino también excelentes personas desde la ética y la empatía". Autismo Cádiz desea que esta ética y empatía sea la tónica habitual en los entornos en los que viven las personas con TEA. La asociación considera que tiene el deber moral de respaldar aquellos comportamientos y acciones que garanticen la protección de los derechos de las personas con TEA, y con especial hincapié, en los casos de extrema vulnerabilidad como son los menores.

Ahora bien, para garantizar ese respeto a sus derechos, Autismo Cádiz asume otro objetivo crucial: propiciar el conocimiento real del trastorno del TEA, luchando contra la construcción estigmatizada que no favorece la inclusión, ya que tal como señala la propia Organización Mundial de la Salud en el Informe Mundial sobre Discapacidad, "las creencias y los prejuicios constituyen obstáculos para garantizar sus derechos en igualdad de condiciones". Como presidenta de esta asociación y como madre de una mujer con autismo, lucho para ofrecer una visión del Trastorno del Espectro del Autismo más ajustada a la realidad, y que la sociedad acceda a un conocimiento preciso de las personas para favorecer la inclusión plena que tanto reclamamos. Estamos hablando de personas.

Y en esta tarea estamos implicados todos, desde los gobiernos, las entidades gestoras de servicios pero también lasinstituciones defensoras de la justicia, que deben desterrar en su labor de protección a los más vulnerables, estigmas y prejuicios que tienen que ver más con una visión evolutiva de la discapacidad del siglos pasados que una visión de positiva y de ciudadanía de las personas que tienen alguna discapacidad. Dictar juicio justificados por la discapacidad es dejar a abandonados a las personas más vulnerables.