Análisis

Anabel Moreno

Un colegio no es solo un edificio

Un colegio, un instituto, una escuela o cualquier otro centro educativo no son solo unos edificios. Son mucho más, pues acogen a lo más valioso de un pueblo: sus jóvenes. Y ofrecen lo que hace próspera a una comunidad: la educación.

En una escuela hay virtuosos del violín, disléxicos, asmáticos, lectores, chicos y chicas con capacidades diferentes, hipoacúsicos, dispersos, tímidos, miopes, acomplejados, hijos e hijas de familias desempleadas, jóvenes con adicciones, picados del Fornite, colostomizados, deportistas, graciosos, inmaduros, superdotados, artistas del pincel... Todos ellos, con sus derechos y obligaciones, caben en un centro educativo.

Y a todos ellos, a todos, tenemos que ayudar, escuchar, atender, abrigar, apoyar, reñir, dar ejemplo o aconsejar desde todos los ámbitos, no solo desde una clase.

Por eso, la escuela necesita de las familias, de su comunidad, del Ayuntamiento, de las administraciones, de las empresas del municipio o desde cualquier otra organización social responsable. Todos a una.

Pero de eso no nos enteramos. El colegio sigue siendo un edificio.

Una pena.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios