El astro ya no brilla solo

El Partido Popular se caracterizó durante su gobierno por que sólo brillara un astro y que los demás se convirtieran en simples satélites complementarios que hacían su trabajo para que después todo el éxito lo acaparara la persona que era la que atraía los votos. En Podemos ha pasado algo parecido cuando llegaron las elecciones municipales. La imagen del Kichi omnipotente, del amado líder que aparecía en forma de caricatura en bolsas de la compra, en carteles por las calles y haciendo una paella seguía el modelo anterior de explotar las cualidades de la persona que concita todas las miradas. Kichi tiene un potencial infinito y es un producto enormemente atractivo para el marketing político porque desprende mucho de autenticidad. No necesita un gurú a su lado ni un illuminati para moldearlo porque el alcalde ya venía así de fábrica. El éxito de su conexión con el electorado gaditano está en su genética.

Han pasado ya prácticamente ocho meses desde que el segundo reinado de Kichi se iniciara con un renovadísimo equipo de Gobierno. En esta etapa parece que hay una figura que está empezando a brillar por sí sola y también porque parece que todo lo que toca es aplaudido por sus propias huestes. Esta no es otra que la edil de Fiestas y Cultura, Lola Cazalilla. Hay ejemplos con la cabalgata y con otras cuestiones. Además de que esta mujer está teniendo un gran protagonismo porque toca asuntos de una incidencia muy directa en la ciudadanía, también da la sensación de que hay una especial predisposición por parte de los que mueven los hilos en San Juan de Dios por hacernos ver que es la reina Midas, que todo lo que toca lo convierte en oro.

Desde dentro hay gente que ve con recelo esa sobreprotección que se produce con ella, mientras que otros acaban a los pies de los caballos un día tras otro. Dentro de poco más de tres años se supone que habrá carrera para la sucesión. ¿Será la elegida?

Juez y parte

El asunto de las terrazas está dando lugar para varias rondas de tapas. Más allá de la discusión entre el Ayuntamiento y los hosteleros, si hay una ordenanza recientemente aprobada, se supone que debe estar para que se cumpla. Si el texto está sometido a interpretaciones, es que tiene lagunas. Llama la atención que entre el alcalde a mediar en el asunto cuando realmente es parte. Martín Vila no es un extraterrestre que ha aterrizado en la tierra y ha puesto una ordenanza por su cuenta y riesgo, sino que forma parte de un equipo de Gobierno presidido por Kichi. Así que cuando alguien es juez y parte pero trata de quedar bien con los dos litigantes, al final sucede lo que sucede, que por un lado pide que se cumpla la ordenanza de las terrazas pero por otro brinda el apoyo a los hosteleros. Un lío.

Hazte oír

Un agente de la Policía Nacional que acudió el pasado martes a las puertas del colegio Reyes Católicos para poner orden en el tema de Hazte Oír llamó la atención a una de las personas que habían acudido allí a gritar, insultar y tratar de impedir que los dos miembros de esta organización ultra pudieran repartir información a favor del pin parental. El individuo estaba gritándole a los de Hazte Oír toda clase de palabras malsonantes e insultos y echándoles en cara que vaya ejemplo estaban dando a los niños que en ese momento salían del colegio. El policía se dirigió a él con otra pregunta: ¿Y qué ejemplo está dando usted a los niños?”. La violencia, sea física o verbal, nunca es el camino, por muy poco que se esté de acuerdo con lo que hace el de enfrente. No se puede llamar fascista al de enfrente cuando te comportas de la misma manera, por muy lamentable que sea el discurso del contrario.

Limpiadoras

Al equipo de Gobierno le ha salido un grano con el asunto de las limpiadoras. Ha hecho estallar hasta al sindicato que es más proclive a ellos, el de Autonomía Obrera, que claramente ha dicho que han engañado a este colectivo. Mal enemigo para este viaje.