Se cumple un año de las elecciones que dio el poder a los actuales gobiernos locales. La Isla optó por un gobierno estable, otorgándole la confianza política que diera continuidad a un proyecto que había comenzado cuatro años antes. Era lo que pedía la alcaldesa, confianza y tiempo, y fue lo que los ciudadanos entendieron que era lo mejor, la mejor opción.

Pero el futuro no es lo que era. Y ahora, un año después, nos encontramos con un aniversario donde no hay nada que celebrar. Las actuales circunstancias del país, luto oficial (nadie lo diría después de ver la sesión del Congreso del pasado miércoles) por una pandemia que no se termina de marchar y a las puertas de una de las recesiones económica más grave que se recuerde, no dejan margen para cantos de sirena. Los presupuestos tienen que reinventarse, el comercio y la hostelería están herido de muerte y tardarán tiempo en recuperarse. La Isla tiene una gran tarea por delante, con mucha incertidumbre. El dinero público para inversiones de las demás administraciones tendrá que reajustarse por la crisis y poco nos llegará. Hay crisis económica y social y tendrá que haber reajustes.

Nuestra ciudad cuenta con alrededor de veinte millones de euros para inversiones. La buena gestión económica parece que nos da margen para terminar proyectos ya avanzados y nuevas inversiones menores. El paseo de la playa casi terminado, aunque como otras veces no estará listo a tiempo. El Museo Camarón ya deja ver lo que va a ser (esperemos el contenido). El Ayuntamiento tampoco sufrirá en su apertura. El náutico de Gallineras seguirá su curso y las calles de alrededor del mercado tampoco sufrirán parón. Y esperemos que Navantia siga adelante con el Centro de Formación. ¿Y los fondos Edusi? No es poco y es lo que tenemos.

Pero queda revitalizar la ciudad. Los comercios y la hostelería necesitan público y por consiguiente hay que sacar creatividad para llevar gente a la calle. Todavía hay mucha incertidumbre. No podemos mirar mas allá de dos semanas y La Isla ha sido mal tratada por el virus. Pero hay que estar preparados para cuando se abra la veda porque el que llegue primero se llevará la mejor parte. Nada sabemos del pacto de reconstrucción que pidió la alcaldesa. Necesitamos unión porque no tenemos una economía definida. La ciudad vive el día a día, por eso las crisis se ceban más con el desempleo en nuestra ciudad.

Hemos tenido noticias de la recuperación del edificio que pudo ser para el Centro de Interpretación Constitucional. Siempre es una buena noticia recuperar un edificio edificado con dinero público y que se le dio una función muy distinta para la que se creó. Pero la recuperación será buena si se le da un uso adecuado. Debe de recuperarse el uso inicial. Necesitamos herramientas atractivas para atraer visitantes. Tenemos pocas cosas visibles, pero creo que puede haber mucho más, tenemos herramientas para crear algo más que dé visibilidad a lo que ha sido y tiene que ser nuestra ciudad, su historia Constitucional, su historia Naval, Militar, de la libertad de imprenta. 

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