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Análisis

José Joaquín León

Volver a la realidad

El Cádiz salió a defender y a esperar que pasara el tiempo, sin crear ocasiones

Primera derrota del Cádiz en la Liga 1/2/3, ante el equipo que le resulta más gafe. El Real Oviedo fue superior y aprovechó el único error defensivo de un Cádiz que había ido claramente por el 0-0. La receta que tan buenos resultados suele dar, se desvanece ante los ovetenses: en los tres partidos disputados con Álvaro Cervera en el banquillo, el Cádiz no ha conseguido ni un punto. Ayer, notaron las bajas de Álvaro García y de Barral (esta última inesperada) en ataque. Bastó un fallo atrás para que Toché decidiera el partido.

La alineación del Cádiz estaba condicionada por las bajas. Pero también por el decidido empeño de salir a defender y que pasara el tiempo. El Cádiz no creó ni una sola oportunidad en todo el primer tiempo. Los cuatro hombres más adelantados (Nico, Salvi, Aitor y Carrillo) tenían el objetivo de frenar a sus contrarios. En el centro del campo, Abdullah se fajaba como otro medio defensivo junto a Garrido. Atrás estaba la novedad de Kecojevic, que acompañó como central al pundonoroso Servando, y los laterales, Carpio y Brian, tenían clara su misión principal, por lo que apenas subieron.

El partido estaba trabado, como se suele decir. El Cádiz contribuía a trabarlo todo lo posible. El balón era del Oviedo, con una posesión que superaba el 60%. No obstante, tampoco creaban peligro claro, porque la vigilancia amarilla funcionaba. Los ovetenses intentaban la sorpresa con disparos lejanos sin puntería

Al comenzar la segunda parte, este era un típico partido espeso de la categoría, que avanzaba con muchas posibilidades de quedarse con el 0-0. El Cádiz no jugaba a otra cosa. El Oviedo lo intentaba con más voluntad que acierto, aunque sin perder la esperanza de que cayera la breva en la red. Y así fue. Una jugada donde se unieron un pase de calidad de Saúl Berjón y un desmarque con remate de Toché, que dejaron pasmados a los centrales del Cádiz, en su único fallo. Kecojevic se confió, al ver a Toché adelantado, pero Servando se había quedado ingenuamente atrás y rompía el fuera de juego.

Este lamentable fallo rompió la estrategia defensiva del Cádiz. Era muy difícil empatar, teniendo en cuenta que el potencial ofensivo era nulo hasta entonces. Lo intentó Salvi con voluntad, carreras sin fin, y un enorme sacrificio. A Moha Traoré se le vio menos suelto como media punta, sin los huecos que encontró en su gran tarde de Lugo. El entrenador le dio una breve oportunidad al canterano David Toro, para que acompañara a Carrillo, que estuvo voluntarioso, pero torpón y sin remate.

En la prolongación pudo empatar el Cádiz, en una falta que lanzó bien Salvi y un defensa desvió, sin que el árbitro pitara el último saque de esquina. Al Cádiz se le vio ayer con demasiadas limitaciones en ataque, y sin capacidad para dominar el partido cuando era necesario. Nunca pareció el líder de la clasificación.

La primera derrota implica un regreso a la realidad. No hay plantilla para jugar a tope dos veces por semana en Liga y Copa. Tampoco la hay para pelear el ascenso directo, excepto que algunos futbolistas progresen más. Ante un Oviedo que aprovechó su ocasión, el Cádiz no pudo puntuar.

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