Un gol en un saque de esquina embarullado dio el triunfo al Cádiz en el minuto 93. Garrido empujó el balón a la red, después de que Fali saltara y estorbara al portero Casto. De los 15 saques de esquina que lanzó el Cádiz fue el único que remataron. Debieron ganar sin tanto suspense. El Extremadura sólo creó peligro en su gol, que llegó en un despiste lamentable de la defensa. Pero el Cádiz, que sigue líder, sólo generó ocasiones en cuatro jugadas aisladas. Siguen jugando a pelotazos, rifando el balón, incluso por vicio. Así es más difícil imponerse.

Optó Álvaro Cervera por alinear el equipo más previsible con la plantilla que tenía disponible para este partido. Hoy se cierra el mercado de fichajes, y convendría algún retoque más, no sólo con el Choco Lozano. Al extremo Iván Alejo, que no ha sido presentado oficialmente, le dio media hora en la segunda parte, lo que resulta sorprendente. Con ello vino a mostrar Cervera que necesita extremos y que sólo tiene a Salvi.

Los primeros minutos fueron de impotencia, aunque Álex pudo marcar antes del cuarto de hora, de casualidad, en un rebote. Fue precisamente Álex el autor del primer gol, en el minuto 33, al anticiparse bien para cabecear un buen centro de Iza Carcelén con la zurda. Una vez más se vio que centrar con tino es fundamental para crear peligro de gol. El lateral diestro se debería animar a prodigar más centros, visto lo visto.

Alguien le debería decir a Salvi que cuando tenga a un compañero solo, mejor colocado que él, no dispare a puerta a lo loco. Ayer lo estropeó dos veces. Al final del primer tiempo y al principio del segundo. Por esos errores de elección, el Cádiz desperdició la oportunidad de ponerse con 2-0 y allanar el resultado.

Por el contrario, en un despiste, empató Zarfino en la única ocasión de peligro que creó el Extremadura. Fue en una falta botada por Kike Márquez. Entre eso y que el Cádiz lanzó sin peligro sus primeros 14 córners, da la sensación de que este año se ha perdido potencial a balón parado. Kecojevic tenía otras limitaciones, pero era un seguro por alto. Cervera confía en la pareja de centrales Fali/Cala y ha borrado a Sergio Sánchez, mientras dejó fuera por lo que pueda pasar a Marcos Mauro.

En el minuto 62 ya había liquidado los tres cambios. Un riesgo evidente si se lesiona alguien. En el descanso retiró con acierto a Bodiger, que estaba tarjeteado y olía a expulsión. Después prescindió de Caye Quintana y de Perea, que estaban perdidos. La entrada de Iván Alejo y de Nano buscaba un revulsivo que no cuajaba. El Extremadura tuvo dos amagos en ataque que hicieron temer lo peor.

Menos mal que el arreón final cambió el signo del partido. Con el tiempo cumplido, Álex remató contra la cara de Casto cuando estaba solo y el rechace que cazó Nano lo salvó un defensa junto al poste. Hasta que llegó el último saque de esquina, que lanzó Salvi porque no iba nadie. Un gol de los que alegran a las aficiones.

Tres partidos, nueve puntos. Sólo los han conseguido el Cádiz de Álvaro Cervera y el Fuenlabrada de Mere. Hacen falta más argumentos para seguir arriba. Hay que cerrar bien la plantilla.