Hay momentos en los que uno siente vivir al tiempo. El que dicen que es elástico e infinito. Es el día que estás eliminando diarios atrasados y ves caer las esquelas, casi hacia detrás, en esa bolsa de desechos. Me imagino el tiempo como una inmensa goma de borrar hacia la nada, de todo lo que ocurre y se disuelve. Como salta el serrín en la carpintería. Como las palabras que fueron y ya no son y que, acaso, nunca estuvieron en el Diccionario.

Caspa y vuelo todo. Fugacidad de lo visible. Velocidad de la ignición. El dolor lento y difuso de la nostalgia. Se muere Elvira Monzón, siempre trabajando por la memoria de Luis, se muere sin ver la edición definitiva de su obra. La recuerdo siempre rodeada de niños, exquisita y educada, dejándonos a solas con los papeles de Luis, con aquellas paredes de posters y escopetas de un solo cañón. Elvira era Luis y sus once hijos también. ¿Verdad Lalo, Margarita, Nena, etc.?

El dolor es la estética moral donde el alma dibuja leves recuerdos hondos y precisos. De los que no te librarás. Sencido y puro cencido, que viene la palabra que Luis cazaba como un Lobón de la palabra. Ven pureza, ven alma, siéntame en tu trono… La muerte sobre el tiempo y su danza.

Igual que las arenas con el viento, igual que las hemerotecas, con sus noticias amarillentas en los papeles efímeros, uno ve pasar, esquelas, nombres, vanidades, sueños. "Todo lo que tiene nacimiento es fuerza ser perecedero y sujeto al inevitable hado". Tout ce qui prent naissancce… Cantó Joaquín de Bellay, poeta de la Pléyade, al que plagió Quevedo…

Se han ido tantos y tantas… Los partidos políticos son terribles cloacas. Tempus fugit total. Cuántos que fueron en dosieres de prensa ya no son, olvidados, perdidos en lo que ahora llaman la nube.

Me duele cualquier motivo de extinción. Los pequeños cadáveres del olvido. La nave de los necios camino de Narragonia, que a lo mejor está en la Isla, donde se escriben premios de lata de conserva.

Pero me duele Elvira, ortónima y heterónima de tantas novias puras que añorase Luis en sus obras y versos.

A lo mejor, contra la muerte, lo mejor son las erratas o los titulares mal construidos, "Quince cadáveres, perdieron la vida" -por personas-, retruécano aparte. Mirar los muros de la patria aflige, mirar la muerte mitifica el olvido

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