Si observamos seriamente lo que está sucediendo en España, quizás podamos entender lo que ha sucedido en Italia, donde el populismo ha recogido el descontento de los ciudadanos, harto de una guerrilla política que no soluciona los problemas del día a día. La política electoral italiana no se parece en nada a la nuestra, pero sí que los italianos y los españoles somos un poco iguales, en sentido negativo claro. ¿Alguien con un poco de inteligencia puede entender lo que está sucediendo en la política de nuestro país?

No estoy en contra de la vertebración territorial que construyó la España de la, ahora discutida, Transición. Creo y puedo afirmar que las autonomías han beneficiado a las distintas regiones que componen España. Andalucía ha sido de las más favorecidas por la descentralización. Esto es indiscutible. Pero nunca se había perdido el sentido de Estado que ha dejado de existir en la actualidad. Creo, sinceramente, que España tiene que recuperar su dignidad como Estado y eso es deber de todos los sectores sociales y políticos que forman el conjunto del país.

Lo que está sucediendo con los impuestos es de locos o más bien de unos presidentes autonómicos que ante la perspectiva de unas elecciones están jugando con el futuro de los ciudadanos. Porque el quitar impuestos puede favorecer en una situación temporal. Pero esto va a crear un perjuicio en los servicios públicos que va a ser muy difícil recuperar. Es una cuestión pedagógica, si no hay dinero no se puede gastar y por consiguiente si el Estado no recauda no puede ofrecer servicios esenciales para mantener la dignidad de los ciudadanos. Parece que ya se nos ha olvidado la pandemia, donde se demostró que sin lo público la tragedia hubiera sido mucho mayor. Pero aquí todos se apuntan a la feria del mercado o de la irresponsabilidad.

Todas las autoridades económicas mundiales, están recomendando lo contrario, que no es el momento de la reducción fiscal. Pero en España todo da igual, se gobierna el presente sin importar el futuro. Luego nos extrañamos que los países "frugales" de Europa se opongan a que recibamos fondos europeos. Lógico, nosotros haríamos lo mismo, o no. Pongámonos en el lado contrario. ¿Estaríamos de acuerdo que nuestros impuestos financiaran a unos países que supriman su fiscalidad? Pues cuidado, porque nos puede llegar la sorpresa. Ahora el Gobierno parece ser que cambia de opinión y también se apunta a las rebajas. Esto se parece a una oferta publicitaria de unos grandes almacenes.

Pero de verdad, estamos llegando a unos extremos donde se ha perdido el norte. No tenemos un liderazgo en España que sea capaz de ilusionar a los ciudadanos y de hacer las cosas con seriedad, con inteligencia, con responsabilidad. Pero no solo falta liderazgo en España, Europa camina por el mismo desfiladero. Y nos espera un otoño caliente, muy caliente, aunque falte la energía por su alto precio. En definitiva, que este país ha perdido el sentido de la responsabilidad, el sentido de Estado. Y fíjense si hablamos de seriedad y nos referimos a la vía judicial, unos jueces que no cumplen la Ley.

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