El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Este lunes por la mañana, un día después de las elecciones andaluzas, se podía comprobar la larga cola que se aglutinaba a la puerta del Centro de Salud Cayetano Roldan. Probablemente igual fotografía se podría comprobar en lo otros dos centros de la ciudad. Si se pide cita para una analítica normal, se tendrá que esperar entre 15 y 20 días, con un poco de suerte. Ante esta mirada contemplativa de la situación de un servicio tan imprescindible, pensé en lo sucedido el día anterior.

Juanma Moreno había ganado, con toda legitimidad y una mayoría solvente, en nombre de la buena gestión, el mejor gobierno de la historia (los del PP siempre son los mejores de la historia), la moderación y de un andalucismo que por fin la derecha reconoce como propio. Llegaba, yo, a la conclusión de que no entendía nada. ¿Es esto gestionar bien? Les puedo asegurar que esto antes de la pandemia no sucedía.

Dicho esto, hay que reconocer el mérito del actual presidente de la Junta. Ha sabido vender un cambio inexistente solamente gobernando sin hacer ruido, sin molestar a nadie y sin cambiar todo lo que prometió que cambiaría, nada. Pero es mérito suyo que todo el auditorio que le aclamaba hubiese cambiado el azul, de su partido, por el verde de Andalucía. Eso sí que ha sido un cambio. Pero el PP lleva mucho tiempo cambiando y buscando su propio camino. Han sido liberales, derecha, centro liberal, centro derecha, liberales ayusista y ahora han descubierto la moderación. Ahora tenemos un PP moderado. Veremos.

Pero en esta victoria han tenido mucho que ver los socialistas. No se puede hacer peor. Han estado más de tres años de vacaciones, sin encontrar un liderazgo y lo que es peor, sin encontrar un mensaje que entusiasme a su electorado. Miren, cuando Felipe González sustituyó el marxismo de los estatutos del PSOE, era que se había dado cuenta de que así no se ganaban unas elecciones. Había que virar al centro sociológico. Y así ha sido siempre. El PSOE ha ganado tanto situado en el centro y ahora, escorado a la izquierda, no consigue credibilidad. Pero hay más. Con Griñán en 2012, se perdieron setecientos mil votos. En 10 años se han perdido un millón doscientos mil votos y no se analizó el porqué de esta perdida. Perder setecientos mil votos en una legislatura, no se puede permitir en política. Tampoco se tenía un proyecto. En el año 2000, después de analizar a la sociedad andaluza, el PSOE buscó una nueva política, sin renunciar a los servicios públicos, para unas nuevas necesidades de los ciudadanos. Se buscó un proyecto distinto y se habló de la segunda modernización, de la California del Sur, del nuevo Estatuto. Era necesario dar un nuevo impulso para los ciudadanos.

Ahora se esconde la historia del partido, cuando la Andalucía que tenemos es obra del PSOE. Esto se ha echado en falta en estos momentos. No se ha sabido reaccionar y por las declaraciones que hemos escuchado después de las elecciones, me temo que seguimos igual. ¿Cuál es el nuevo marco político del PSOE? No existe.

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