Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

El Gobierno de España asegura la aprobación de los Presupuestos de 2023, un requisito indispensable para gobernar con tranquilidad y poder llegar, sin sobresaltos, al final de la actual legislatura. O eso es lo que se dice desde que tenemos democracia en este convulso país.

Pero lo cierto es que existen dos realidades en la política española. Una realidad es que este Gobierno está cumpliendo su mandato, otorgado por los ciudadanos libremente en contra de lo que proclama la derecha, caminando sobre un manto de obstáculos imprevisibles cuando comenzó su mandato. Se comenzó con una terrible pandemia desconocida para todos los sectores socio sanitario del mundo, provocando una tragedia humana y un caos económico de temibles consecuencias. Luego, cuando se empezaba a recuperar de la crisis, ha llegado la guerra en Ucrania provocando una grave crisis energética que ha situado a gran parte de Europa en una recesión económica que, todavía, no ha dicho la última palabra. Por ahora, España no ha entrado en recisión y los pronósticos económicos nos sitúan fuera de la misma. Además, tenemos encima una crisis climática situando al país en una pertinaz sequía.

Este es el mapa de la situación política con la que ha tenido y tiene que gobernar este Gobierno. Y le podemos sumar la terrible oposición que practica la derecha cada vez que no gobierna. Además, la oposición sin reserva que están haciendo algunos, o muchos, medios de comunicación y las mayoritarias asociaciones conservadoras de la Magistratura torpedeando toda renovación reglamentaria de los órganos judiciales. No existe en el mundo democrático un partido político, el PP, y unos órganos de jueces que se permitan no cumplir la Constitución de su país. Esto es inaudito, pero ya Rajoy lo hizo con Zapatero.

Como se puede comprobar esta es la realidad de este país y no se puede negar sean de la ideología que sean. Ante este panorama, ¿qué puede hacer un gobierno? Pues lo que está haciendo, utilizar al resto del arco parlamentario para poder gobernar. Nos podrá gustar más o menos los actuales acompañantes del partido que gobierna, pero ¿cuál es la alternativa con la actual oposición? No hay otra, como no sea renunciar a gobernar y facilitarle al Partido Popular el camino que busca desde el día siguiente que perdieron el poder. No creo que el PSOE esté contento con las compañías que tiene, pero es lo que hay, lo que decidieron los españoles libremente con sus votos. Y estos políticos de compañía tienen la misma legitimidad que pueda tener Vox, que son los socios del PP y que lo serán y aquí los acompañantes voceros de la derecha no ponen impedimentos.

España echa de menos una derecha al nivel de las europeas, que hagan oposición constructiva, que no sean catastrofista y ayuden a caminar al país con calma, en positivo, sin llevar su oposición destructiva por Europa y Sudamérica como ha hecho Feijóo hace poco tiempo. Una derecha que da lecciones de todo y que, recordemos, nunca ha votado a favor de los grandes acuerdos que se han producido en este país.

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