Se terminaron las vacaciones oficiales para la política, de un verano demasiado caluroso y no exento de polémicas, que da comienzo a un otoño que se presenta calentito y no precisamente por las temperaturas.

La constante escalada de los precios, la subida de las hipotecas, unido a los gastos que ocasionan la entrada del invierno, van a dejarse notar en la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Los sindicatos ya han anunciado movilizaciones si la patronal no se anima a negociar las subidas. La oposición, sobre todo la del Partido Popular, ha comenzado el curso de la misma manera que lo terminó, negándose a arrimar el hombro sabiendo que, para ellos, cuanto peor le vaya al país, mejor.

No es fácil gobernar con una pandemia durísima, con la erupción de un volcán, con una guerra en Europa que salpica a todos los países y con España y Europa sufriendo los efectos de una gran sequía. Y, sobre todo, cuando se tienen cerca las elecciones de los ayuntamientos y comunidades autónomas. Y con este objetivo, la oposición no está dispuesta a conceder lo más mínimo al gobierno y el país necesita menos ruido y más consenso.

Nuestra ciudad está incluida en esta próxima lucha electoral. A partir de ahora todo se hará en clave electoral y por consiguiente nos espera un cruce de reproches entre los distintos partidos que busque crear ruido, mucho ruido. El objetivo político será ganar las próximas elecciones de mayo. En política el tiempo es muy corto y los partidos de La Isla, salvo el PSOE, no tienen nada claro sus cabezas de lista. El único partido que tiene claro quién será su candidato es el PSOE con Patricia Cavada, los demás no tienen, por ahora, ni candidatos. El Partido Popular ha sido descabezado por haber asumido otros cargos sus dos primeros referentes y por lo tanto tendrá que darse prisa por encontrar un candidato solvente y conocido en la ciudad. Los demás partidos no sabemos qué pasará salvo que Ciudadanos tiene muy difícil presentar una lista y Podemos es la incógnita sobre su presencia en las próximas elecciones. Tiempo habrá para hacer balance de lo realizado por los partidos en este mandato que está terminando.

Pero el gobierno local puede presentar un catálogo bastante extenso de lo realizado en este tiempo, con un verano que termina con la ciudad repleta de actos festivos y gran animación como no se había visto nunca. No lo ha tenido que hacer nada mal cuando la oposición solo se dedica a criticar la retirada de algunas palmeras en la ciudad como si fuera una planta autóctona. Quizás el PP espera que la marea de las encuestas a nivel nacional, que dan ganador a su partido, los lleve a recuperar la Alcaldía de la ciudad con la ayuda de Vox. Pero yo no confiaría tanto en la suerte porque las municipales son distintas a las demás y más cuando se tiene una contrincante muy fuerte en el gobierno. Dicen que las elecciones no las gana la oposición, sino que las pierde el que gobierna. En este caso veo difícil que la señora Cavada cometa errores en el tramo final de su mandato.

De todas las maneras, presenciaremos un periodo muy interesante en la política Local.

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