Por fin se han retirado las letras de Casas Consistoriales de la fachada del Ayuntamiento. Fíjense ustedes el largo recorrido que ha tenido esta noticia en la ciudad cuando la noticia, gran noticia, tendría que ser por derecho la inauguración de dicho Ayuntamiento rehabilitado. Edificio que no se nos pueda olvidar llevaba más de una década anunciando ruina. Sirva esto de ejemplo para donde quiero llegar. Es decir, le damos importancia a lo superfluo y pasamos desapercibido lo sustancial.

Esta semana hemos tenido la importantísima noticia de la inauguración del Navantia Training Centre (NTC), cuyo nombre parece sacado de la City londinense, en el edificio del malogrado Parque de la Historia y del Mar. Esto es, debe ser, una gran alegría para nuestra ciudad por partida doble. Se trata de un centro de formación o centro de capacitación naval, dotado de equipamiento avanzado y con una alta tecnología. Todo lo que rodea a nuestro astillero tiene un interés especial para la ciudad y si se trata de incorporarle un equipamiento de esta categoría que le consolide en la ciudad, pues mucho mejor. Esto nos hace retroceder a los tiempos de la añorada Escuela de Aprendices que tan buena formación desarrolló para nuestra juventud. Y en segundo lugar, es que por fin un gobierno municipal consigue darle solución a un muerto que en más de una década nadie ha sabido ponerlo en funcionamiento y que por fin se le ha encontrado un uso adecuado e importante. Más de diez millones de euros más un gasto anual de guardería, para un edificio que nació con aires de grandeza y que nunca tuvo ninguna función, como tantas otras cosas que se han creado o comprado en esta ciudad sin saber que función iba a tener.

Todo lo que rodea al acuerdo de Navantia con Arabia ha significado un importante impulso para La Isla. No solo, que es fundamental, por el empleo creado sino también por las mejoras en equipamientos que ha desarrollado. A lo anteriormente citado tenemos que añadir la rehabilitación de los edificios del Arsenal y sobre todo la rehabilitación, perseguida durante muchos años, del Penal de Cuatro Torres, un edificio de un gran valor arquitectónico e histórico para La Isla y que ha pasado desapercibido para la gran mayoría de la ciudad.

Por consiguiente, perdemos el tiempo buscando la pelea política y social, la noticia, en asuntos que no tienen ningún interés para el cambio socio económico y pasamos por encima, casi si darnos cuenta, los proyectos que sí tendrán repercusión para la economía de esta ciudad. Fíjense ustedes, que estamos hablando de la rehabilitación de dos edificios que llevábamos años pidiendo su intervención, uno de ellos por su alto coste económico y el otro por el deterioro que sufría. Esto es lo importante y no la retirada de una letras.