Tal y como cae en el albero de nuestra Plaza Real, cada grano de sal que forma la raya de picar; así, de manera templada y constante, se está preparando una temporada taurina que sin duda, si el tiempo, las autoridades y el Covid-19 lo permite, será una de las mas ansiadas y recordadas de nuestra historia.

Cuando estábamos en pleno confinamiento, nadie apostaría por al menos, pensar en la posibilidad de sentarse en los tendidos de nuestra plaza de toros esta temporada.

Hace unos días pudimos ver en redes sociales como el ruedo se estaba preparando para dar paso a futuras tardes de gloria y torería.

Pudimos ver como el interior del coso se encalaba para que la luz de nuestra ciudad reflejase con más fuerza en su interior.

Pudimos ver como su Puerta Grande, curiosamente la numero cincuenta y nueve, comenzaba a restaurarse para que cuando seis hermosos toros hayan demostrado su bravura en el ruedo, se abran de par en par, para dar salida a la gloria a aquel torero que hizo temblar los tendidos en palmas por bulerías.

Nuestra Plaza se pone guapa, como aquella novia esperando que vengan a verla y entregar todo su amor a ese joven que muere por ella; porque si hay un sentimiento que aúne a todos los aficionados portuenses, sin duda, es el amor a su Plaza.

Mira si es especial la Plaza, que incluso en estos tiempos donde nos exigen distanciamiento social, es posible que se obre “El Milagro” de que haya festejos, pero eso sí, con sacrificio, compromiso y ganas de todas las partes organizadoras, cosa que como aficionado agradezco.

Ya me imagino el día, quizás con la misma ilusión que cuando de la mano de mi padre, iba a aquel Primer Piso de Sol a ver grandes tardes de toros que quedaron en el recuerdo.

Imagino el ambiente de ese día, pero sin olvidar nunca de seguir siendo responsables.

Imagino que todo será especial, como si de una nueva primera vez se tratase, fantaseo hasta con pensar si Maestro Dueñas entrase en pasacalles por el ruedo entonando el pasodoble “Toros en El Puerto”.

Para poder seguir diciendo con orgullo “Quien no ha visto Toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de Toros”.