He de confesar que soy un enamorado del centro de nuestra ciudad. Paseo, disfruto, hago uso de él y lo intento mirar siempre con buenos ojos, aunque a veces estos mismos se me llenen de pena y coraje por el estado en el que está el centro histórico portuense.

Hace unos días quedé para desayunar en el Bar Rocío de la, llamémosla coqueta, calle Sierpes. Si alguno anda perdido, es una de las cuatro calles que rodean el contorno de nuestro Mercado de Abastos, el de la Concepción.

Ante el frío que hacía opté, mientras esperaba, a resguardarme en el interior de la puerta que da acceso al mercado y observé que aún teniendo todos los ingredientes para ser una calle con una gran vida, la misma se encuentra agonizando.

El pulso de la calle, su latir, huele a los churros de Charo si entras desde Vicario; a los desayunos, copas y cerveza bien fría del Bar Rocío; una tímida tienda de ropa; a los buenos molletes con jamón y al tapeo de mediodía del Bar Vicente 'Los Pepes'.

Dicho así parece que la calle goza hasta de salud, pero 'in situ' predominan, locales vacios, balcones sin macetas, persianas cerradas y el recuerdo de lo que fue.

Siempre me ha llamado mucho la atención ver fotos antiguas de nuestro Puerto, llegándome a dar más alegría ver la antigua que la actual y de nuevo me ha pasado al ver fotos antiguas de ésta calle. Una calle que estuvo llena de puestos de verduras y frutas, de ropa, 'Selenio Radio' con raíces onubenses, la carpintería 'Lobo, recuerdo una joyería, la ferretería La Plaza y seguro que más cosas que se me pasan.

Mirando en la historia de nuestra ciudad me encuentro que la vida comercial en cuanto a comestibles de las calles de este entorno del mercado pasaba por manos de los denominados “montañeses”, comerciantes santanderinos que según los libros de historia formaban un potente gremio con gran espíritu cooperativo.

Llegados a este punto es cuando me surge la gran duda. ¿Tendremos en nuestro ADN portuense un cromosoma que nos impida ser emprendedores para dar vida y riqueza a nuestra ciudad, ante la costumbre de que personas de fuera emprendieron por nosotros?

Ahí lo dejo.

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