Jornada de fuertes descensos en los principales índices mundiales, en un contexto marcado por las declaraciones del presidente ruso, los mensajes de los principales bancos centrales y los confinamientos en China.

El presidente ruso, Vladímir Putin, en su discurso del Día de la Victoria, intentó justificar que la invasión de Ucrania es un ataque para adelantarse a la amenaza de la OTAN y Occidente.

Además, los mercados continuaron condicionados por la senda de endurecimiento de la política monetaria de la Fed y las notables subidas en los intereses de la deuda, que se unen a los riesgos sobre el crecimiento económico.

Por otro lado, el consenso de estimaciones de BPA (beneficios por acción) para 2022 comenzó a corregir las proyecciones frente a las continuas mejoras observadas hasta hace dos semanas.

Ayer destacó la decisión del gobierno chino de intensificar las restricciones aplicadas a los 25 millones de habitantes de Shanghái y de adoptar nuevas restricciones en Pekín. Esta estrategia no sólo seguirá condicionando la senda de crecimiento de la potencia asiática, sino que también añade riesgos adicionales a la cadena de suministros.

En Europa, el Eurostoxx 50 perdió ayer un 2,82%, con todos los sectores en negativo.

El Íbex 35 cerró por debajo de 8.200 puntos tras caer un 2,20%; sólo Sabadell finalizó en verde (+0,06%). Las mayores caídas las registraron Almirall (-11,40%), Repsol (-8,53%) y Grifols (-6,85%).

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