En días laborables, por obligación, me levanto muy temprano, a esas horas en las que dicen que ni las calles están puestas. Pese al sueño y el poco ánimo que gasto en esos momentos, me reconforta la complicidad que se crea entre quienes nos cruzamos antes del amanecer. Me encuentro con pocas personas -alguna, que como yo, se dirige al trabajo, otras que pasean al perro…-, pero todas me dan los buenos días (y yo respondo) aunque no nos conozcamos.

Quienes practican senderismo saben que esto mismo ocurre en la montaña. Cruzarse con un caminante en plena naturaleza y no saludar es de muy mala educación, por mucho que sea un encuentro fugaz, de apenas unos segundos, y no vaya a volver a repetirse.

También se saludan los moteros o los conductores de caravanas en la carretera, pero en estos casos tiene que ver más con el hecho de reconocerse como parte de un mismo grupo, una forma de decir que soy de los tuyos, como los hinchas de un equipo de fútbol que cantan juntos antes de entrar al estadio.

Yo no me identifico con el colectivo de madrugadores. Deduzco, simplemente, que de alguna manera, nuestro instinto nos dice que allí donde el ser humano está más aislado -en la noche, en la naturaleza- tenemos que buscar compañeros, decirles a los de nuestra misma especie que no están solos, que cuentan con nosotros. El grupo, aquí, es la humanidad en su conjunto.

Cuando los niños pequeños aprenden a saludar es frecuente verlos por la calle soltando ‘holas’ de forma indiscriminada. Nos resulta divertido que entablen contacto con desconocidos, que se muestren amigables con personas con las que nada tienen que ver. A medida que maduramos, nos hacemos más exclusivos en nuestras interacciones, nos limitamos a los nuestros: nuestra familia, nuestros amigos; algunos dejan incluso de saludar a los vecinos.

La madrugada o la montaña pueden ser ambientes hostiles para el ser humano, pero no son los únicos. Quizás no estaría de más volver a esa costumbre infantil. Quizás no estaría mal recordar que todas las personas que encontramos por la calle son parte de nuestro grupo.

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