El recuerdo, que a veces toma forma y color, me hacía ver tras los cristales de las farolas de la Plaza de la Iglesia el paso del antiguo Cristo de los Navegantes, ahora Misericordia, bajando a la portada de la Iglesia Mayor. Pero, igual que los recuerdos se inflaman y se modifican, también está la modificación de todo lo que creímos costumbre y de pronto, pandemia habemus, se pierden o se mutan. Todo es efímero. El llavero, la medalla, el amigo…hasta el miedo que cambia de grosor. Y todo es porque sí.

A Rodríguez Pájaro no le gustan los políticos. De ningún partido. Ahora que sale con guantes y gorra y la barba amarrada a lo mascarilla, cuando se para en la cola de la tienda del barrio, empieza, me han contado, a disquisicionar. “Prometer y no dar, es igual que robar.” “Los imperfectos exigen la perfección” ¿Eso viene en el libro, cómo tú dices? No. No. Es que me he metido a filósofo. Pero ése no es tu estilo. Eso lo has copiado… Bueno, sí. Lo cacé. Él hubiera dicho que “el cabrón exige que tú no lo seas” y eso ya sería un alarde de pensamiento y expresión Rodríguepajariana.

Lo va diciendo a granel. Lo va propagando mismamente como un virus pajaresco. Estamos aislados. Ambularte ya no ambula. El profesor Vázquez Bermúdez está perdido sin teléfono wasapero. Melchor no va al campo porque el campo está en Conil y él vive aquí. El presidente Carrillo calla más que orina. Se conoce que todo, como la memoria es efímero y diabólico. El vicepresidente Acosta es una sombra agarrada a una bolsa, al que llaman tres caídas por los batacazos que, de vez en cuando, se da.

Sisita es la única que mueve bien el wasap. Se ha metido a poeta cabal, dice ella. Aunque el género poético con ese adjetivo no exista. Lo que manda, para mí son soleares, ¿Verdad Enrique Montiel?. Las transcribo. El resentimiento /odio en la palabra/muerde los adentros.

El resentimiento/nace donde el alma/ no tiene aposentos./ ¿Qué ta´ pasao, Sisita? Qué me cansa el siempre lo mismo. Contemplo y leo los mismos discursos y noticias que ayer, anteayer, siempre. Helena Matabrune, amiga cabal, -todo es cabal hoy para Sisita- opina que para llevar una vida normal bastaría una corteza cerebral de 0,5 milímetros de grosor. ¿Cómo les vamos a pedir que piensen?

¿Pero tú sabes que algunos, tertulia dixit, exaltamos tu inteligencia?. Ya. Pero lo que no puedo es resistir es el desdén callado que me inspiran ciertas gentes, altas o bajas, tanto en la política como en las letras.

No es el momento, digo. Esto es la subdivisión de la división. El nacimiento de una neo palabra, la incomunicaimbilidad. Eso quieren. Dividir España en monstruos y festejos. Pero tú eres fuerte. Hay que apoyar a los conductores de almas hacia un mínimo ideal. Confiemos. Siempre habrá un roto para un descosido ¿verdad Sancho?

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