Quizás sean las cenizas del volcán las que hayan ocultado el miedo. Puede que sea el  calor de la desesperación que resbala ladera abajo. Simplemente puede ser que nada  es para siempre. Pero llegado este momento ya nadie duda de que se acercan unas  navidades que huelen a normalidad.

Todos, absolutamente todos, coinciden en que, el rumbo de nuestros pasos nos lleva  camino de un Carnaval. Y así, paso a paso, pasito a pasito, con la izquierda alante y  derecha atrás, un nuevo Puerto, con normalidad, va olvidando las oscuras nubes de un  no tan lejano pasado, abriéndose a un sinfín de tradiciones, fiestas y eventos.

Sin embargo, como siempre, no faltarán los que critiquen, los que aplaudan carnavales  en verano y lluvias en abril, pues para algunos la normalidad es aburrida,  se les hace necesaria la prohibición, son felices saliendo a la calle a la caza del  infractor, de ese fumador que disfruta de la brisa envuelta en el aroma de su cigarro;  van a la caza de quien, sin mascarilla, respira hondo.

Nunca fueron tiempos tan felices para algunos como cuando hasta respirar estaba  prohibido… cuánto por hacer, cuánto por denunciar… cuánto por joder a quien se niega  a ser un amargado. Pero, sin embargo, les vienen tiempos difíciles. Los Tosantos ya  asoman su otoño sobre la mesa… y sacar las cajas, con olor a serrín caducado, olor a  papel de periódico viejo donde se arropa un Rey Mago, es algo casi inminente.

Mientras es tanta el ansia, tanto el deseo, que la calle se llenará de extraños sones,  donde los tanguillos y cuplés se mezclarán con villancicos a golpe de tambor y olor a  bambalina. Han sido años de sacrificio, de renuncias, de miedos, de dolor y ahora,  ahora, ahora que un volcán comienza a ensombrecer los titulares de los telediarios, la  normalidad avanza a pasos agigantados.

Cuánta verdad el dicho de que no hay mal que cien años dure, cuánta verdad el ser  conscientes de que siempre hay cosas peores, cuanta verdad el hecho de que ser feliz  no cuesta tanto, cuanta verdad encierra un nuevo Puerto en Fiestas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios