El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

A veces pasan cosas o pasas por determinados lugares y algo muy íntimo se revuelve en tu interior. En ocasiones, en algunas ocasiones, acontecimientos desperdigados, lejanos o cercanos, te despiertan esa sensación. Así, llego a épocas en las que, sin voz ni voto, y sin experiencia o motivo de comparación, recuerdas a personas tan relevantes como ese hombre alto y fornido, el mismo que en ocasiones cambió determinada prenda de la cabeza por un sombrero de ala ancha que le daba un porte aún más impresionante; o aquel simpático señor que con sus boquerones en vinagre recién hechos conquistó a muchos contertulios. Otros, solo me traen a la memoria las amplias patillas a lo Tomas el Nitri; o simplemente lo imagino camino del Rocio montado a caballo. Recuerdos más recientes me traen a otros muchos, bastantes, más de los que pudiera mencionar. Todos ellos siempre vinculados a una labor, cercana, ten cercana que algunos solo son conocidos por sus apodos.

Otros, implacables, solo se recuerdan paseando a lo Miami Beach, persiguiendo manteros que ya los tenían mas que conocidos, y acabando el servicio en autobús camino de casa. Todos ellos, merecieron durante años cariño y apoyo, alguna que otra crítica, enfado por hacer lo que tenían que hacer o por no hacer lo que tenían que hacer, pero sin hacer daño o perjudicando a nadie.

Esos recuerdos se me diluyen, se me borran, y terminan por esconderse. Son otros tiempos, tiempos de mayor profesionalidad, menor cercanía, más próximos a Roma que a su gente, pues, aunque no nos lo creamos, son otros tiempos, tiempos de academia, no aptos para gente con las piernas feas.

Al final prefiero cerrar los ojos, recordar aquel color celeste de abotonadura veraniega a punto de reventar, pero eficiente. Prefiero cerrar los ojos y pensar en muchos, muchos que aún conservan ese espíritu que se ahoga entre quienes más ruido hacen.

Los recuerdos me cansan, así que me siento y abro un VOLPA, autentico, con todo el sabor de este Puerto, me pongo un cañero para evitar el sol, y espero que el tiempo pase y por fin vuelvan las aguas a su cauce… pero algo extraño me pasa, joder, ahora me doy cuenta que acabo de salir de casa en pantalones cortos. Espero que no se me note mucho.

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