Si Fernando Simón describiese el calor como otra pandemia, diría que el calor es la esencia del frío y que duraría más o menos lo que tardara éste en aparecer. Con mascarilla la cosa tiene más guasa que Carracuca, ente cantabronés, paupérrimo y feo, que ya aparece en “El perro del hortelano”, del inmortal Lope de Vega. Este calor es confinante. Me muevo menos que la orla, y, sin embargo, recibo algunos wasapps, de Juan Carlos Carrillo, de Sísita, de Helena, con su acondroplasia mental, que está en la Isla; de Lirondo de Laranga, de Jesús García, de alimentación Jesús, adhiriéndose a la petición de una calle para Don Juan García Cubillana, por los méritos contraídos, como se suele decir en todos los palos en su trabajo por la Isla.

Sería algo noble y bueno por parte del Ayuntamiento, dice Helena, que sólo lidera las listas de multas, las de contagios y las del paro. Y, a lo peor, hasta las del calor. Lirondo de Laranga dice que la verdad de la calle no la oyen los políticos, -ninguno-aclara, en cuanto alcanzan el poder. El Sebas, el de Telégrafos, aparte de su colección de ruedas de tranvías, cuando ha llegado a la Isla procedente de Bilbao, ha encontrado el calor más intenso que un puchero de feria. Se queja. Pero lleva una neverita con hielo y se va cambiando de mascarilla. Hace una requetémalísima calor. Se conoce que también se dedica a coleccionar hipercaracterizaciones con refuerzos morfológicos.(sic).

A Domínguez Cróquer en su blog, aparte de felicitar a Maitinalia y adherirse a la petición de calle del doctor Cubillana, le da por inmortalizar frases que él hace, dice, famosas. “Amando un árbol, hacéis bosque” o “la mentira siempre está bien retribuída”. “falta de dinero, dolor no hay parejo”,

A Sisita le cae rematadamente mal. Dice que es un pedante como un purgante. Más que Teófilo Folengo, el de la Macarronea.

También recibo chats de Laura Menéndez, Desi Gómez, David Orce, Luigi Villanego y del Doctor Calap Calatayud y de su señora, Amina Rihaz. . Todos apoyan a Cubillana. Pero yo me niego a introducir las maldades y perspectivas que tienen del Ayuntamiento. El villano en su rincón.

A Merceditas Moreno de Guerra, nueva tertuliana virtual, le da por Platón y escribe que en su República, sostiene que los ciudadanos serán felices cuando reinen los filósofos o los reyes filosofen. Se conoce que Platón era un sampamí que quería un enchufe a dedo.

Así va el calor. Así lo vamos soportando, sosteniendo y ensalzando. Supercoquelicantificado, que dice el Sebas. Tengo un pleonasmo poplíteo. El dolor cuando está vejove, como dice Erasmo, es una charca que no conviene pisar. La vida, casi siempre, es un error de imprenta. Un océano de conocimiento con un milímetro de profundidad. En fin, cronista de mis causas. Os defino la Isla en ola de calor

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